El Danske Bank, principal banco de Dinamarca, informó este martes del cierre definitivo de su filial en Estonia, en el centro de un escándalo millonario de lavado de dinero que ha provocado la apertura de investigaciones en varios países.
El cierre de la filial del Danske Bank, que se cree fue usada para operaciones sospechosas por valor de unos 200.000 millones de euros entre 2007 y 2015, había sido anunciado ya en febrero pasado, siguiendo una orden de las autoridades estonias.
"El Danske Bank ha cerrado toda su actividad bancaria en Estonia según un acuerdo con la autoridad financiera de ese país. Todas las partes están interesadas en asegurar que los intereses de los clientes sean garantizados de la mejor forma posible", señaló en un comunicado el vicepresidente del banco, Frederik Bjørn.
Todas las actividades de la filial han sido asumidas por otras unidades del banco.
Los logos y letreros de la sede central del Danske Bank en Tallin serán sacados en los próximos días, según un comunicado.
Según concluyó en septiembre del año pasado un informe encargado por el propio banco, este pudo haber sido usado para lavar miles de millones de euros a través de su filial estonia.
El informe admitía que la dirección del banco no cumplió con su responsabilidad, aunque sí con sus obligaciones legales.
Tanto el presidente del Consejo de Administración del banco, Ole Andersen, como el director ejecutivo, Thomas Borgen, han abandonado la entidad los últimos meses.
Además de Estonia, han abierto investigaciones sobre el caso -que afecta también a Swedbank, uno de los principales bancos suecos- las autoridades financieras de Estados Unidos, Francia y Dinamarca,
La Fiscalía danesa presentó en mayo pasado cargos contra diez exdirectivos del Danske Bank, entre ellos Borgen.
El exjefe de la filial estonia entre 2007 y 2015, Aivar Rehe, apareció muerto la semana pasada a las afueras de Tallin, dos días después de que fuera comunicada su desaparición.