Atenas, 2 oct (EFECOM).- Alrededor de 6.000 trabajadores griegos de diversos sectores privados, según datos de la Policía, se manifestaron este miércoles en Atenas como parte de una huelga de 24 horas contra la reforma laboral que planea el nuevo Gobierno conservador.
La huelga tuvo un seguimiento desigual y afectó principalmente a los medios de transporte, donde la participación fue total.
El metro ateniense permaneció cerrado, los autobuses hicieron paros hasta las 09.00 hora local que repetirán desde las 21.00 hasta la medianoche, mientras el tranvía funcionó desde las 09.00 hasta las 15.00.
Los trenes de cercanías y larga distancia no dan servicio y los ferris permanecen amarrados en los puertos del Pireo, Rafina y Lavrio, a pesar del dictamen de un tribunal del Pireo que declaró ilegal la participación de sus tripulaciones en la huelga.
Muchos turistas que querían regresar a Atenas desde las islas del Egeo permanecieron bloqueados en ellas.
El seguimiento de la huelga fue alto en los medios de comunicación, aunque algunos portales informativos funcionaron parcialmente.
Al contrario, el seguimiento fue escaso entre los empleados de bancos, y prácticamente nulo en el comercio.
Los sindicatos protestaron contra las disposiciones del borrador de la ley para facilitar inversiones, que se presentará en el Parlamento en octubre e introduce la primacía de los acuerdos de empresa sobre los convenios colectivos.
Además, hace obligatorio un voto electrónico con participación de al menos el 51 % de los afiliados para convocar una huelga.
"El movimiento sindical está muy debilitado en los últimos años en Grecia. Con esto creo que le ponen la lápida, desgraciadamente", dijo a Efe Zodorís Kribás, trabajador en una cadena de productos tecnológicos donde la participación en la huelga "fue escasa".
Matzeos Dimitriu, también trabajador en otra cadena de productos de tecnología, atribuyó la baja participación de sus colegas al alto coste que supone para ellos un día de huelga.
"Nuestro salario mínimo es 650 euros brutos y el neto 490. Cuando hacemos huelga en Public perdemos hasta 60 euros, mas de lo que pierden los funcionarios. La gente con familias casi no puede pagar la leche para sus hijos o el alquiler", dijo a Efe.
El primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, consideró por su parte que la escasa participación justifica los cambios que quiere introducir en la legislación laboral.
"Una vez más unos pocos hacen huelga y muchos sufren sus consecuencias. Sindicalistas de profesión que ya han perdido todo contacto con los trabajadores reaccionan a la transparencia", declaró en su página personal de Facebook.