Bruselas, 3 oct (EFECOM).- La Junta Única de Resolución (JUR) europea, encargada de intervenir en caso de problemas en los grandes bancos, dijo este jueves que busca "limitar" los daños en los casos en los que interviene y cree "un error" pensar que la resolución de entidades se puede realizar sin coste.
"Es un poco un error pensar que con este nuevo marco podemos gestionar la resolución a coste cero", declaró el director de planificación de resolución en la JUR, Dominique Laboureix, durante la cumbre europea bancaria organizada por la Federación Bancaria Europea en Bruselas.
En junio de 2017, la Junta Única de Resolución ordenó la resolución del Banco Popular, que adquirió el Santander por un euro.
La resolución conllevó pérdidas totales para accionistas y tenedores de deuda subordinada, que han acudido a los tribunales para reclamar su inversión.
Laboureix insistió hoy en que creer que la JUR está "en posición de evitar cualquier dificultad o cualquier daño" es "el primer error".
"Nadie dijo eso", recalcó, y resaltó que la función de la Junta Única de Resolución es "intentar mantener la estabilidad financiera" cuando un banco se encuentra en dificultades y "hacer nuestro mejor esfuerzo para limitar el coste", pero repitió que no se puede evitar "cualquier coste final".
El francés también puso el acento sobre la importancia que tiene para la JUR poder acceder a información actualizada sobre los bancos en cualquier momento y aseguró que contar con esos datos que proporcionó el propio Banco Popular en 2017 fue fundamental para autorizar la venta de la entidad española.
Laboureix destacó, igualmente, que a la JUR le gustaría ser "transparente, tan transparente como sea posible".
En el caso del Popular, la JUR publicó el año pasado una versión no confidencial (sin las partes sensibles) del informe de valoración de la entidad realizado por Deloitte y que sirvió de base para ordenar su resolución.
Por otro lado, sobre la reforma de la eurozona, el miembro de la Junta Única de Resolución instó a poner en marcha el Sistema Europeo de Garantía de Depósitos (EDIS, por sus siglas en inglés), que tiene por objetivo que, en caso de quiebra de un banco, cualquier cliente vea garantizados sus depósitos de hasta 100.000 euros de la misma forma, independientemente de donde se sitúe su banco.
Sin embargo, algunos países, con Alemania a la cabeza, se niegan a mutualizar los riesgos de la banca si antes no se reducen, es decir, que no están dispuestos a asumir pérdidas por aquellos socios de la eurozona cuyo sector bancario no esté saneado o acumule préstamos improductivos legado de la crisis.
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