Madrid, 8 oct (EFECOM).- El sector agroalimentario ha insistido este martes en rechazar que se le utilice como "moneda de cambio" en las disputas comerciales internacionales y en expresar con "contundencia" su "rechazo" al anuncio de EEUU de aplicar un arancel del 25 % a numerosos alimentos exportados desde España.
Representantes de las cooperativas y organizaciones agrarias, la industria y los exportadores se han reunido hoy con el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, Luis Planas, para analizar la situación.
En declaraciones a los medios, el presidente de Cooperativas Agro-Alimentarias de España, Ángel Villafranca, ha reclamado el "apoyo total" del Gobierno para defender los intereses de los sectores afectados, por "problemas" que "nada tienen que ver con nosotros", y ha asegurado que espera que la Unión Europea (UE) sirva de "paraguas" bajo el que "sentirse respaldado" en estos momentos.
Por su parte, el presidente de la organización agraria Asaja, Pedro Barato, ha reiterado que estos aranceles "no tienen sentido", ha reclamado al Ejecutivo que se implique "al máximo nivel" para atajar el problema y se ha mostrado partidario de "compensaciones económicas para paliar la situación" si finalmente entran en vigor.
El secretario general de COAG, Miguel Blanco, ha reclamado "unidad y firmeza", y tras considerar que el primer objetivo ahora es aplazar la decisión final de EEUU para "negociar y ganar tiempo", ha apuntado que de producirse "habrá que ir a un plan B" con acciones como la intervención pública de los productos más afectados, ayudas a la promoción e intentar abrir nuevos mercados.
El secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, no entiende que la Organización Mundial del Comercio (OMC) permita usar los productos alimentarios en los "vetos o aranceles" a causa de problemas en otros sectores, por lo que ve oportuno prohibir "totalmente" que los alimentos se usen para estas "guerras".
Desde la Federación de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), su director general, Mauricio García, cree que aún hay tiempo para que EEUU pare la subida de los aranceles -una medida "injusta" para el sector- y confía en la acción "decidida" de la Comisión Europea, pues una "guerra" no interesa a nadie y "daña" las relaciones comerciales y la "confianza" entre los países.
El presidente de la Asociación de la Industria y el Comercio Exportador del Aceite de Oliva, (Asoliva), José Pont, tiene claro que los aranceles les afectan "de lleno", más aún cuando los principales competidores comunitarios no se verán perjudicados, y recuerda que la tasa se aplica a los envasados pero no al granel, por lo que la situación es "difícil".
"Te enfrentas al dilema de perder el mercado, asumir un 25 % o envasarlo en EE.UU., que es lo que quiere Trump", ha añadido.
El director general de la Federación Española del Vino (FEV), José Luis Benítez, ve un "mazazo" la imposición de estos aranceles para algunos de los vinos españoles que se estaban abriendo paso en dicho mercado y ha expresado su temor al inicio de una "guerra comercial" entre la UE y EEUU que vaya "in crescendo".
El secretario general de la Asociación de Exportadores e Industriales de la Aceituna de Mesa (Asemesa), Antonio de Mora, ha apostado por responder a EEUU "con las mismas armas" y con la "máxima contundencia" posible, porque el país norteamericano "no admite otra forma de actuar que no sea esa".
Desde la Federación de Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex), su presidente, Jorge Brotons, ha subrayado que el arancel supone la "puntilla" a un destino que se estaba complicando en los últimos años por "todas" las barreras fitosanitarias y "nos saca directamente del mercado y se imposibilita acceder a él".
A la reunión han asistido también representantes de la industria láctea, las industrias cárnicas así como miembros del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, entre los que se encontraba la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez.