“Como uno de los mayores bancos del mundo, hace cinco años fijamos una estrategia de aumentar la vinculación de nuestros 140 millones de clientes, transformando nuestro banco para ser una compañía más responsable y sostenible”, afirmaba hace unos meses Ana Botín, presidenta de Banco Santander. Ahora, asegura, “hemos cumplido con nuestra misión de contribuir al progreso de las personas y empresas, impulsando activamente el crecimiento inclusivo, el empoderamiento financiero y luchando contra el cambio climático”.
La actuación de la compañía en estas áreas le ha valido el reciente reconocimiento como el banco más sostenible del mundo, según el Índice Dow Jones Sustainability, que mide el impacto económico, medioambiental y social de 175 bancos de todo el mundo. Sube desde la tercera posición y se mantiene así como líder en Europa por segundo año consecutivo. Entre los bancos españoles, es la novena vez que ocupa la primera posición.
“Este año hemos mejorado mucho -se ha obtenido una puntuación de 86 sobre 100-, hemos incrementado la transparencia y ha sido muy importante el haber publicado nuestros Objetivos de Banca Responsable como muestra del compromiso del banco a medio plazo con la sociedad y el medioambiente”, señala Federico Gómez, director de sostenibilidad de Banco Santander, en referencia a las metas establecidas por la compañía para 2021 con el fin de contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
Una acreditación de referencia internacional
El Dow Jones Sustainability Index (DJSI) es uno de los índices de referencia en el mercado entre los denominados ESG (Environmental, Social and Governance), que evalúan el desempeño de las empresas en los ámbitos medioambiental, social y de gobierno. Se trata de un examen exhaustivo de los aspectos no financieros, ya que éstos tienen cada vez más peso en la administración de las empresas.
“Externamente, el DJSI es utilizado por los inversores como una de las referencias, e internamente, nos permite saber en qué aspectos estamos bien posicionados y en cuáles tenemos margen de mejora”, explica Gómez. En la evaluación de este año, Banco Santander ha destacado especialmente por sus políticas de inclusión financiera, apoyo a la comunidad, protección de datos, huella medioambiental y salud y seguridad en el trabajo. Se ha conseguido una base firme sobre la que persistir para “seguir desarrollando nuestra oferta de finanzas sostenibles y mejorar nuestras prácticas comerciales”, concluye el director de sostenibilidad de la compañía.
Actuación en la dimensión económica
En el ámbito económico y de gobierno corporativo, el DJSI evalúa aspectos como las políticas y códigos de conductas, la gestión de los riesgos o la composición del consejo. De este modo, desde Banco Santander “estamos trabajando en tener una cultura sólida: contar con un equipo comprometido, diverso y capacitado”, cuenta Lara de Mesa, directora de Banca Responsable.
El compromiso con la igualdad de género ha sido uno de los más destacados en la evaluación del DJSI, puesto que para 2021 el objetivo del banco es aumentar la presencia de mujeres en el consejo de administración del 33% al 40%, como mínimo, y también contar con al menos un 30% de mujeres en cargos directivos (en la actualidad representan el 20%).
Trabajar por el medioambiente
La lucha contra el cambio climático ya ha pasado a formar parte de las principales metas de las grandes empresas. El DJSI tiene en cuenta indicadores como la huella ambiental o la eficiencia energética para evaluar la sostenibilidad de las compañías. Banco Santander, que ha obtenido 94 puntos en la evaluación medioambiental del índice, continúa trabajando para reducir su consumo energético, la generación de residuos y las emisiones de gases de efecto invernadero en las operaciones comerciales de todo el grupo.
Para ello, ha iniciado este mismo año un nuevo plan de eficiencia energética y sostenibilidad. En él se establece como primer objetivo el lograr que el 60% de la electricidad consumida proceda de fuentes renovables y alcanzar, en 2025, el 100%. Por otro lado, se trabaja por eliminar todos los plásticos de un solo uso en los edificios de Banco Santander en todo el mundo.
La actuación de la entidad española en materia de sostenibilidad también contempla iniciativas de financiación verde, es decir, el apoyo económico de proyectos que aborden el cambio climático. Para apoyar la transición hacia la ‘economía verde’ se movilizarán más de 120.000 millones de euros de 2019 a 2025.
Apoyo a la comunidad
“Tenemos la firme convicción de que debemos usar nuestra posición como uno de los mayores bancos del mundo para ayudar a más personas y empresas a progresar”, asegura Ana Botín. Para prestar ese servicio a la sociedad, Banco Santander trabajar por generar empleo y facilitar la inclusión financiera.
Es una de las tareas más necesarias, pues el 11% de la población mundial aún vive en la pobreza extrema, según Naciones Unidas. Para 2025, Banco Santander ha establecido como objetivo la inclusión financiera de 10 millones de personas mediante el acceso a productos y servicios financieros personalizados.
Ejemplo de ello es el programa Prospera Santander Microcrédito en Brasil, que opera desde 2002. Se trata de un modelo de microcréditos dirigido a personas sin acceso al sistema financiero formal, como artesanos o costureras, para impulsar el crecimiento de pequeños negocios. Desde su inicio, Prospera ha permitido salir de la pobreza a miles de personas, pues se han invertido más de 5.000 millones de dólares y ayudado a más de medio millón de emprendedores.
Apoyándose en los logros obtenidos, como el reconocimiento del Dow Jones Sustainability Index, pero sin dejar de mirar al futuro, Banco Santander es uno de los primeros firmantes de los Principios de Banca Responsable, una iniciativa de Naciones Unidas que quiere establecer unos estándares globales para las entidades bancarias con el fin de asegurar que éstas generen valor en la sociedad.
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