Alfonso Fernández
Washington, 10 oct (EFECOM).- El presidente estadounidense, Donald Trump, apostó hoy por alimentar el suspense en el inicio de una nueva ronda conversaciones comerciales con China, aunque anunció que se reunirá mañana, viernes, con el viceprimer ministro chino, Liu He, en la Casa Blanca.
La cita se producirá apenas una semana antes de que entre en vigor una nueva subida de aranceles a importaciones chinas y cuando Washington ha redoblado la presión a Pekín con sanciones a funcionarios y empresas chinas por su vinculación con la represión de minorías musulmanas en el oeste del país.
"Gran día de negociaciones con China. Ellos quieren un acuerdo, ¿pero lo quiero yo?", señaló Trump en Twitter.
A continuación, añadió: "Me reuniré con el viceprimer ministro (chino) mañana en la Casa Blanca".
El mensaje de Trump en la red social se publicaba minutos después de que los jefes negociadores de ambas partes iniciasen una nueva ronda de conversaciones en Washington.
La portavoz presidencial, Stephanie Grisham, precisó en un comunicado que "ambas partes tratarán de avanzar sobre las negociaciones entre funcionarios de menor rango de las pasadas semanas. Los temas de discusión incluirán la transferencia forzada de tecnología, los derechos de protección intelectual, servicios, barreras no arancelarias y garantías".
Junto a Liu están en la mesa de negociación, por parte de EEUU, el representante de Comercio Exterior, Robert Lighthizer, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.
Conversarán en medio de una nueva cuenta atrás ya que el 15 de octubre está prevista otra subida de los aranceles, del 25 al 30 %, a importaciones chinas por valor de 250.000 millones de dólares.
El pasado 1 de septiembre tuvo lugar el último episodio de la guerra comercial que enfrenta a Washington y Pekín con la entrada en vigor del incremento del 10 al 15 % sobre bienes chinos por valor de 112.000 millones de dólares.
Como represalia, Pekín puso en marcha gravámenes de entre el 5 y el 10 % a productos estadounidenses valorados en 75.000 millones de dólares.
Trump ha advertido ya de que si es reelegido en las elecciones presidenciales de 2020 será "mucho más duro" a la hora de negociar un acuerdo comercial y que, "mientras tanto, la cadena de suministros" del gigante asiático se "desmoronará".
"La gente quiere un acuerdo. Eliminar algo de incertidumbre es necesario para continuar en las conversaciones y mantener la economía fuerte, que es la base de su reelección", indicó el senador republicano Chuck Grassley, en declaraciones a la prensa.
Wall Street recibió con optimismo el anuncio de encuentro entre Trump y Liu, y el Dow Jones de Industriales registraba una alza del 0,53% poco antes del cierre, ante la nueva ronda de discusiones y de la que los mercados esperan soluciones a un conflicto arancelario que se alarga meses.
Pero lo cierto es que los analistas son más escépticos dada la dificultad y la magnitud de la tarea.
"Nuestro escenario de base, al cual le asignamos un 50% de probabilidad, prevé tan solo un escaso progreso en esta ronda. Un avance moderado evita una mayor escalada, pero no resuelve los conflictos en torno a la propiedad intelectual y los subsidios", señaló Mark Haefele, jefe de Inversión Global del banco UBS, en una nota a clientes.
Lo que ocurra en la capital estadounidense será mirado con atención en el resto del mundo.
Las tensiones comerciales entre las dos mayores economías mundiales, desatadas tras la llegada de Trump a la Casa Blanca en 2017, tienen profundas consecuencias globales.
En sus últimas previsiones de crecimiento global, divulgadas en julio, el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó sus proyecciones de expansión global al 3,2% este año, una décima menos que en abril, lastradas por las dudas sobre la posible solución de esta disputa, y se prevé que vuelva a rebajarlas la próxima semana.