Cataluña vivirá este viernes su cuarta huelga general en menos de dos años vinculada al proceso independentista, una convocatoria que no secundan los sindicatos mayoritarios -CCOO Y UGT- y que culmina una semana de movilizaciones en protesta por la condena de los líderes del "procés".
Convocada por los sindicatos independentistas Intersindical-CSC y Intersindical Alternativa de Catalunya (IAC), la huelga pondrá a prueba la capacidad de movilización del independentismo en el mundo laboral, después de que no consiguiera paralizar la actividad económica en otras ocasiones.
La huelga general ha sido convocada por motivos laborales y económicos como la derogación de la reforma laboral o la implantación de un salario mínimo catalán de 1.200 euros, aunque se plantea coincidiendo con las protestas contra la sentencia del "procés".
En principio, la huelga impactará especialmente en la educación, donde la IAC tiene mucha influencia entre el profesorado, y en la Administración de la Generalitat, un ámbito en el que la Intersindical-CSC ha ganado posiciones en el último año.
No obstante, afectará también al ámbito empresarial. Seat ha acordado un paro técnico de producción en la planta de Martorell (Barcelona) a partir de esta tarde y durante todo el día de mañana como consecuencia de la huelga y los cortes de carreteras que se pueden desencadenar.
La empresa automovilística y los sindicatos han tomado esta decisión ante el riesgo de que los trabajadores no puedan acudir a su puestos y que haya problemas para recibir suministros, según han informado a Efe fuentes de ambas partes.
De hecho, la movilidad será probablemente la especial damnificada mañana, ya que los activistas y los huelguistas suelen poner el foco desde primera hora de la mañana en intentar obstaculizar el tráfico rodado y ferroviario.