El acuerdo firmado este jueves entre la Unión Europea y el Reino Unido prevé que Irlanda del Norte siga alineada con ciertas normas del mercado único europeo pero forme parte del territorio aduanero del Reino Unido, con lo que los controles a los bienes se efectuarán en el punto de entrada a este territorio británico y no en la República de Irlanda.

Además, el pacto prevé que la Asamblea de Irlanda del Norte pueda votar si se mantiene esa salvaguarda para evitar una frontera física en la isla de Irlanda cuatro años después de que haya entrado en vigor, lo cual debería suceder una vez que concluya el periodo de transición posterior al "brexit". Las autoridades del Reino Unido se encargarán de aplicar las normas aduaneras de la Unión Europea en Irlanda del Norte, explicó el negociador jefe de la UE para el brexit, Michel Barnier, en una rueda de prensa.

Junto a los controles de bienes, ha quedado resuelta la cuestión de las tarifas aduaneras, complicada puesto que Irlanda del Norte será al mismo tiempo parte del mercado único comunitario y del territorio del Reino Unido, con lo que podrá beneficiarse de los futuros acuerdos comerciales que cierre el país tras su salida.

Para "cuadrar el círculo", según Barnier, las autoridades del Reino Unido podrán aplicar los aranceles británicos a aquellos bienes que entren a Irlanda del Norte, pero no corran el riesgo de acabar en el mercado único europeo, es decir, en alguno de los 27 Estados miembros.

Sin embargo, para los bienes que pudiesen acabar en el mercado interior, el Reino Unido tendrá que aplicar los aranceles de la UE.

¿QUÉ PASA CON EL IVA?

Bruselas y Londres han resuelto la cuestión del IVA, que se había convertido en el último escollo para cerrar el acuerdo en las últimas horas, "para evitar distorsión de la competencia en el mercado único de bienes". "Se han conseguido dos objetivos: mantener la integridad del mercado único, pero también satisfacer los deseos legítimos del Reino Unido", dijo Barnier.

En el pacto se ha aceptado que el Parlamento norirlandés pueda pronunciarse sobre la continuidad de estos remedios para evitar una frontera física en la isla de Irlanda.

"Cuatro años después de la entrada en vigor del protocolo, los representantes electos de Irlanda del Norte podrán decidir por mayoría simple si se continúan aplicando las normas relevantes de la UE en Irlanda del Norte o no", declaró Barnier.

El político francés añadió que ese "apoyo democrático" es "la piedra angular de nuestro enfoque recién acordado", puesto que el "protocolo recién acordado ya no tiene que ser sustituido por un acuerdo subsiguiente entre la UE y el Reino Unido, de modo que tiene sentido garantizar un consentimiento".

La anterior salvaguarda para evitar una frontera en Irlanda, rechazada hasta en tres ocasiones por el Parlamento de Westminster, solo se iba a aplicar hasta que la Unión Europea y el Reino Unido encontraran una solución permanente durante la negociación de la futura relación entre las dos partes y no incluía un límite temporal.

La nueva solución pactada este jueves entre Londres y Bruselas entrará en vigor una vez que concluya el periodo de transición posterior al "brexit", en el que se seguirán aplicando las leyes comunitarias en todo el Reino Unido.