España cerró 2018 con un déficit público del 2,5% de su PIB, la segunda más alta de la eurozona solo por detrás de Chipre (4,4%) y al mismo nivel que Francia, según los datos publicados este lunes por la oficina de estadística comunitaria Eurostat.
El desvío presupuestario español se redujo en medio punto con respecto a 2017, cuando había alcanzado el 3% del PIB.
En cuanto a la deuda pública, España redujo su cota al 97,6% del PIB en 2018, frente al 98,6% registrado el año previo, aunque en términos absolutos aumentó en 28.205 millones de euros, hasta los 1.173.303 millones.
España es el séptimo país de la eurozona con mayor deuda pública, clasificación que encabezan Grecia (181,2% ) e Italia (134,8%).
En conjunto, la deuda pública se redujo en 2018 tanto en la eurozona como en el Unión Europea (UE) hasta el 85,9% y 80,4% del PIB, respectivamente, mientras que el déficit público descendió al 0,5 % en los países de la moneda única y al 0,7 % en los Veintiocho, según datos de Eurostat.
Con respecto al déficit público, solo Rumanía (3% del PIB) y Chipre (4,4%) registraron desvíos superiores al umbral del 3% considerado excesivo según las normas comunitarias.
Por el contrario, se registraron superávit en Luxemburgo (2,7%), Alemania y Malta (1,9% en ambos), Bulgaria (1,8%), Holanda (1,5%), República Checa (1,1%), Grecia (1%), Dinamarca, Eslovenia y Suecia (0,8 % en todos), Lituania (0,6%) Croacia (0,3%), Austria (0,2%) e Irlanda (0,1%).
En cuanto a la deuda, la mitad de los 28 Estados miembros cerraron 2018 con una cota superior al 60% del PIB, que fijan como umbral las reglas comunitarias.
Las cotas más elevadas se observaron en Grecia (181,2 %), Italia (134,8 %), Portugal (122,2%), Chipre (100,6%), Bélgica (100%), Francia (98,4%) y España (97,6%).
Por el contrario, los niveles de deuda más bajos se dieron en Estonia (8,4%), Luxemburgo (21%), Bulgaria (22,3%), República Checa (32,6%), Lituania (34,1%) y Dinamarca (34,2%).
Eurostat informó también de que el gasto público se redujo dos décimas con respecto a 2017 tanto en la eurozona, al 47% del PIB, con en el conjunto de la UE, al 45,8%.