Bruselas, 23 oct (EFECOM).- Cerca de 60 organizaciones de la sociedad civil europea pidieron este miércoles a la Autoridad Bancaria Europea (EBA, en inglés) que anule su decisión de autorizar a su director ejecutivo, Adam Farkas, a trabajar para un "lobby" bancario europeo.
En una declaración conjunta que suscriben también las españolas Asufin y Fundación Finanzas Éticas, decenas de asociaciones cargan contra lo que consideran un nuevo caso de puertas giratorias que permiten a un regulador pasar al lado de la industria en detrimento del consumidor.
El 17 de septiembre la EBA -agencia encargada de desarrollar la regulación bancaria de la Unión Europea y fijar ciertos requisitos a las entidades- dio luz verde a Farkas para convertirse en 2020 en consejero delegado de la Asociación para los Mercados Financieros en Europa (AFME), un grupo de presión que representa los intereses de 180 entidades de banca mayorista en Europa.
Un cambio de trabajo que inquieta también en el Parlamento Europeo, que ha decidido incluirlo mañana en la agenda de su sesión plenaria a instancias del eurodiputado socialdemócrata Paul Tang y con el apoyo de otras formaciones como los Verdes/ALE, los liberales de Renovar Europa o la Izquierda Unitaria.
"Las puertas giratorias alimentan al sector financiero con información interna sobre los planes de estrategia europeos y proporciona un modo informal de recompensar a los supervisores de la UE por favores pasados. Esto pone en riesgo el interés público y la estabilidad del sistema financiero", dijo en un comunicado la organización Change Finance, coordinadora de la campaña.
"Supone un escandaloso caso de puertas giratorias que transita en contra de los intereses y derechos de los consumidores financieros europeos", señaló la presidenta de la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin), Patricia Suárez.
Estas asociaciones señalan que Farkas -el segundo cargo de mayor rango en la EBA- cuenta con información privilegiada tras ocho años en la agencia que no debería poder vender a los grupos de presión de la industria y piden a la EBA que "revise y revierta rápidamente" su autorización.
Apuntan que esta aprobación "no solo es un error" sino que viola la legislación europea que marca que los funcionarios comunitarios no pueden hacer "lobby" frente a la institución para la que trabajaron durante 12 meses después de su salida.
En este sentido, llaman también a la EBA a revisar sus normas sobre puertas giratorias y mejorar la transparencia sobre sus relaciones con el "lobby" financiero.