Berlín, 24 oct (EFECOM).- Los factores estructurales aún lastran la economía de la antigua Alemania oriental y treinta años después de la caída del muro de Berlín, el producto interior bruto de los estados federados de nueva incorporación se ha estancado en un 70 % en relación al oeste del país.
Además, según un informe presentado hoy por el Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW) en Berlín, en 2018 la recaudación fiscal de los “Länder” orientales sólo alcanzó el 60 % de la media federal.
No obstante, lejos de esperar una mejora, los autores del estudio vaticinan que en las próximas tres décadas las diferencias podrían ahondarse aún más. Su informe traza un escenario pesimista de cara al futuro.
Según señaló la economista Kristina van Deuverden en declaraciones a la prensa, ello se debe a la existencia de un problema demográfico ocasionado por la intensa emigración hacia el oeste tras la reunificación en 1990.
“El flujo de inversión y capitales que hubo hacia la antigua República Democrática Alemana fue inmenso. Pero las personas fueron en la otra dirección,” explicó la experta.
“Los niños que deberían haber nacido allí no están,” alertó.
El consiguiente envejecimiento de la población forma parte de un círculo vicioso, puesto que no solamente afecta a los ingresos que fluyen hacia las arcas del estado, sino que reduce la mano de obra disponible, dificultando el desarrollo económico.
“Es necesario atraer empresas, pero el problema es que no hay gente,” apostilló Van Deuverden.
En los últimos veinte años, el desempleo en los estados orientales se ha reducido desde el 18 % al 6,5 %, es decir, tan sólo dos puntos porcentuales por encima de los estados occidentales. Sin embargo, dicha caída se debe en parte a la jubilación de una parte sustancial de la población activa.
Según los datos que maneja el DIW, está previsto que la población del estado de Sajonia-Anhalt, por ejemplo, se reduzca en un 21 % de aquí a 2050.
El desequilibrio demográfico entre ambas partes del país se ve acentuado por el hecho de que en el este predominen las zonas rurales, aunque a lo largo de las últimas tres décadas la productividad media de éstas ha igualado prácticamente a la del ámbito rural occidental.
Entre las recetas para revertir el despoblamiento y atraer a las empresas, el experto en política industrial Martin Gornig apuntó a la necesidad de desarrollar las infraestructuras en los “Länder” de nueva incorporación.
También subrayó la importancia de fomentar la instalación de polos industriales en zonas urbanizadas -a caballo entre la ciudad y el campo-, un modelo extremadamente productivo en el oeste de Alemania.