Natalia Kidd
Buenos Aires, 25 oct (EFECOM).- Los mercados en Argentina cierran este viernes una semana de creciente tensión, con el precio del dólar estadounidense en niveles récord y una alta volatilidad en bonos y acciones, en un clima de incertidumbre sobre el rumbo que tomará la economía tras las elecciones presidenciales del próximo domingo.
La tensión se hizo notar particularmente en el mercado cambiario, donde el valor del dólar para la venta al público en el estatal Banco Nación acumuló esta semana un aumento del 8,3 %, hasta cerrar este viernes en 65 pesos por unidad.
El alza obedece a una sostenida demanda de divisas por parte de los inversores, que buscan refugio en la moneda estadounidense ante un eventual terremoto financiero tras los comicios, como el que ya sacudió a Argentina tras el revés electoral sufrido por el presidente Mauricio Macri, aspirante a la reelección, en las primarias del 11 de agosto pasado.
La demanda también se ha visto incrementada por los crecientes temores a una inminente profundización de los controles cambiarios decretados en septiembre por Macri, toda vez que las reservas del Banco Central aceleran su caída por los esfuerzos de la autoridad monetaria para tratar de contener el alza del valor del dólar.
"En la coyuntura actual de presión continúa sobre el tipo de cambio y pérdida acelerada de reservas, lo que se espera en la transición es un nuevo 'torniquete' al cepo", dijo hoy la firma Portfolio Personal Inversiones (PPI) en un informe.
Desde las primarias de agosto, las reservas monetarias de Argentina han sufrido una sangría de 21.051 millones de dólares, hasta cerrar este jueves en 45.258 millones.
Sólo en los primeros cuatro días de esta semana, el Banco Central perdió reservas por 2.190 millones, a fuerza de fuertes intervenciones en el mercado cambiario -con un promedio diario de 465 millones- para intentar frenar la depreciación del peso argentino.
Las reservas no sólo han bajado por la intervención cambiaria sino también por el pago de deudas y por la salida de los depósitos en dólares de los bancos comerciales, un signo de la desconfianza de los argentinos sobre la seguridad de sus ahorros bancarios a futuro.
También los depósitos en pesos han bajado, aumentando la presión sobre el mercado cambiario.
La fiebre por dolarizar los ahorros ha hecho florecer además el mercado informal, donde el dólar saltó hoy a 75,50 pesos -un 16 % más que el tipo de cambio oficial-, y los mecanismos financieros legales para inversores más sofisticados que buscan hacerse de divisas sorteando las restricciones que rigen en bancos y casas de cambio.
Así, el denominado dólar "contado con liquidación" -que consiste en comprar localmente con pesos argentinos acciones o bonos y venderlo, en dólares, en Wall Street- subió hoy a 80,62 pesos.
La volatilidad también se ha hecho sentir esta semana en los mercados de bonos y acciones argentinas.
El índice S&P Merval, en el sube y baja en las últimas ruedas, se disparaba este viernes un 4,07 %, una subida que analistas atribuían a toma de coberturas, principalmente en acciones de firmas con perfil exportador, potencialmente beneficiadas en el próximo gobierno.
Algo similar ocurría con los títulos públicos, con subidas hoy de hasta el 4 %, pero tras transitar casi toda la semana en terreno negativo, dando casi por descontado que la reestructuración de la deuda argentina será con quita de capital e interés y no una simple negociación de extensión de los vencimientos, como han planteado tanto Macri como su principal rival electoral, el peronista Alberto Fernández, favorito según las encuestas.
En tanto, el índice de riesgo país subió en esta semana desde los 2.057 puntos básicos hasta los 2.137 unidades de este viernes.
Más allá de reservas y deuda, las dudas de los inversores se ciernen sobre el futuro de una economía en recesión desde 2018, con altísimos niveles de inflación y sin perspectivas de recuperación para el próximo año.
La transición desde el lunes y hasta el 10 de diciembre, cuando asuma el nuevo gobierno, puede ser tranquila o caótica.
"Igual lo más relevante que se espera comenzar a ver desde el lunes son definiciones de política económica, financiera y monetaria. ¿Ortodoxia o heterodoxia? La primera definición que se deberá tomar", observó PPI.
Para el economista Salvador Di Stefano, el "día después de las elecciones" habrá una "profundización del cepo" y "un ajuste en el precio del tipo de cambio".
"El que gane dirá 'para qué me presenté'. Tiene una partida muy difícil, con muchas restricciones", advirtió hoy el economista.