Madrid, 26 oct (EFECOM).- La hermana pequeña de las cuatro torres de Madrid y la más singular, la torre Caleido, estará terminada en un mes, ha asegurado a Efe la directora de Operaciones, Elena Muñoz, en una visita a las obras y al salón de exposición ("showroom") que recrea la enorme zona de ocio, restauración, cultura y moda que completa el proyecto.
Igual que en un caleidoscopio cada uno puede elegir lo que más le gusta, Caleido aspira a atraer por distintos motivos no solo a las 50.000 personas que se concentran en la zona de lunes a viernes, sino también a turistas, amantes de las nuevas tendencias y buscadores de experiencias gastronómicas en fin de semana.
Con 35 plantas y 180 metros de altura, Caleido es más baja que sus hermanas, pero a sus dos lados se despliegan dos "basamentos" de 370 metros de longitud y más de 60 de ancho, que forman con ella una especie de T invertida.
Para su directora de Operaciones, el nuevo rascacielos madrileño "no pretende ser una competencia en altura con las otras cuatro torres, porque va a ser más bajo, lo que será es un elemento estéticamente muy limpio, muy bien definido y ahí va a estar su principal encanto".
"Además este edificio como proyecto tiene la singularidad de unir tres usos tan distintos como el hospitalario, el educativo y la parte comercial en un único complejo en el que yo creo que se han resuelto muy bien las incompatibilidades y sinergias que tienen estas tres actividades", señala Muñoz.
Por eso, aunque la torre estará pronto terminada, el campus de la escuela de negocios IE University y el centro médico Quirón que albergará no abrirán hasta dentro de un año, junto con el proyecto en su conjunto.
La directora comercial de Caleido, Rocío Zunzunegui, explica a Efe que dentro de los 15.000 metros cuadrados que forman esa área un 36 % será de restauración, porque es una de las actividades más demandadas en la zona.
"Luego vamos a completarla con una oferta de retail en moda, tecnología, deporte y servicios que va a cerrar esa oferta singular y distinta a que puedas encontrar en otras zonas comerciales de Madrid", subraya.
Zunzunegui, que alega "compromisos de confidencialidad" con muchas marcas para no desvelar sus nombres, hace hincapié en que serán "marcas distintas, diferentes, marcas que no son consideradas dentro del 'mass market' o que, si están en ese segmento, ofrezcan en Caleido algo distinto, con un concepto de tienda distinto".
También habrá "un cine con un concepto distinto" al tradicional, apunta la directora, que dice tener cerrados más del 30 % de los acuerdos comerciales y en negociación otro 25 %, con la expectativa de llegar al 80 o 90 % el próximo abril.
Entre 60 y 80 locales formarán esta área comercial abierta, que no quiere ser un centro comercial, sino "replicar la vida comercial tradicional de la calle con marcas que sean tendencia y que aporten una experiencia de compra distinta".
También en la parte gastronómica -arquitectónicamente enmarcada en unos invernaderos de cristal- habrá de todo: "desde sitios cuidados donde podrás comer por 10 o 12 euros a restaurantes de ticket medio alto en torno a los de 60 o 70 euros. Desde sitios de comida 'healthy' (saludable), a hamburguesa, italianos, asiáticos y muchos conceptos distintos".
Caleido aspira incluso a ser una gran zona de eventos artísticos y culturales y a llevarlos al parque de más de 35.000 metros cuadrados que flanqueará uno de los basamentos, así como a albergar el mayor museo al aire libre de arte público de Madrid.
Con una inversión total de más de 300 millones de euros y un objetivo de entre tres millones y medio y cuatro millones de visitantes al año, el proyecto va cumpliendo plazos y las obras mantienen el ritmo de una planta por semana.
Para ello unas 600 personas trabajan en la ejecución simultánea de la estructura, los acabados interiores, las fachadas y las instalaciones seis días a la semana en dos turnos de ocho horas.
Solo cuando hay rachas de viento superiores a los 70 kilómetros por hora la actividad se limita, porque la grúa no puede funcionar.