Madrid, 26 oct (EFECOM).- La ciberseguridad será el mayor riesgo en 2020 para cuatro de cada cinco empresas europeas, y es probable que siga siéndolo durante los últimos años por los costes financieros y reputacionales y las filtraciones de datos que conllevan los ciberataques, según un informe del Instituto de Auditores Internos de España.
Y es que el 78 % de los directores de auditoría interna de varios países que han participado en este estudio lo identifican como su principal preocupación, y el 68 % piensa que será el asunto al que dedicarán la mayor parte de su tiempo y esfuerzo.
Para evitarlo, desde el Instituto de Auditores Internos han apuntado varias alternativas, como la seguridad que ofrecen servicios de almacenamiento de datos en la nube o la puesta en marcha de robots conversacionales, o "chatbots", para la atención al cliente.
Asimismo, han añadido que el 93 % de esos ataques se podría eludir introduciendo una serie de rutinas como la actualización regular de los programas informáticos (software); bloquear direcciones de correo electrónico fraudulentas; verificar que se está usando el correo propio o enseñar a los empleados a reconocer ataques informáticos a través del correo en el que los piratas buscan obtener datos personales o corporativos.
A la ciberseguridad le siguen como principales riesgos esperados los cambios regulatorios, señalados por el 59 % de los directores de auditoría interna que participaron en la encuesta, y la digitalización, destacada por el 58 %.
La regulación ha pasado de ocupar el quinto puesto el año pasado al segundo este año, tras la sanción al banco ING por valor de 775 millones de euros por no haber detectado operaciones de blanqueo de capitales, o la multa de 4.300 millones de euros a Google por limitar que los fabricantes de móviles instalen otros sistemas operativos distintos de Android y así favorecer la competencia.
El aumento de la regulación financiera que afecta a las empresas (en 2008 había 8.704 normas frente a las 52.506 de 2016) está vinculado al miedo a las sanciones.
En cuanto a la digitalización, el informe sostiene que "supone una amenaza para los modelos de negocio establecidos" y las compañías deben equilibrar el crecimiento de su actividad principal con la financiación de la innovación.
En relación con este asunto y en el próximo quinquenio, el 75 % de los encuestados cree que la digitalización va a seguir siendo un riesgo prioritario, lo que lo situaría en el mismo nivel que la ciberseguridad.