Madrid, 29 oct (EFECOM).- El ex director general de Caixanova José Luis Pego ha normalizado este martes el préstamo de 67,1 millones de euros concedido en 2007 a una sociedad participada, entre otros, por el hermano de uno de los entonces directivos de la entidad, para una fallida operación inmobiliaria en Rivas (Madrid).
Pego, para el que la Fiscalía Anticorrupción pide cuatro años de prisión por administración desleal continuada, ha negado cualquier trato de favor hacia el hermano del que fuera su adjunto, Gregorio Gorriarán, y ha añadido que "muchas más personas dentro de la caja" sabían que la compañía de éste se encontraba detrás del proyecto, por lo que nunca fue información "oculta".
Es más, Caixanova "tenía más operaciones" suscritas con dicha sociedad, todas ellas conocidas por la inspección del Banco de España, que las calificó como "normales", ha incidido el exdirectivo, que durante su interrogatorio ha protagonizado varios desencuentros con la fiscal Inmaculada Violán.
La de Rivas es una de las siete operaciones sospechosas notificadas por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) al Ministerio Público, que carga también contra el expresidente de la caja gallega Julio Fernández Gayoso, el ex director general adjunto Gregorio Gorriarán, y el exconsejero de la financiera inmobiliaria Domingo González Mera.
A tenor del escrito de Anticorrupción, los acusados intervinieron en la concesión de un préstamo de 67,1 millones de euros para la compra de un solar a Rivas ACI, sin explicar los riesgos al Consejo de Administración.
Tampoco se evaluó que los prestatarios presentaban problemas de liquidez y solvencia, con un elevado endeudamiento financiero propio en un momento en el que ya sería evidente la ralentización de las ventas del sector inmobiliario.
Las irregularidades habrían proseguido tras la constitución del contrato con sucesivas modificaciones de los términos sin previa consulta al consejo, al que no se avisó de una segunda refinanciación de la que, indica Fiscalía, no existe solicitud expresa y que fue formalizada fuera de los cauces.
Sin embargo, Pego ha defendido que los sistemas de la caja funcionaron de forma correcta en la concesión del préstamo, al tiempo que ha avalado su propia diligencia ya que "siempre preguntaba si había algún tipo de incidencia relevante (en la operación de turno que se planteaba) y si había sido aprobada por unanimidad por el comité de riesgos y el comité de evaluación".
Como hiciera en la sesión previa Gorriarán, el exdirectivo ha respaldado los 1,7 millones de euros que Caixanova, como parte de su "política prudente", otorgó a los promotores ante sus problemas para abonar los intereses del primer préstamo.
En opinión de Pego, esa decisión permitió a la entidad en aquellos momentos -enero de 2010- "mejorar su posición y protegerse a sí misma" de un posible concurso de acreedores de Rivas ACI, lo que habría dificultado aún más la posibilidad de recobro de la deuda, que finalmente generó un perjuicio de 41,8 millones de euros.