Madrid, 29 oct (EFECOM).- La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, cree que quizá debe haber un "chequeo de sostenibilidad en frontera", especialmente para aquellos países que pueden hacer más por preservar el medio ambiente y no lo hacen, a fin de evitar distorsiones en la competitividad entre países.
Ribera, que ha participado este martes en el Foro Retina LTD, organizado por El País-Retina, ha dicho que no cree que exista una contradicción entre economía y medio ambiente, lo cual no significa que el cambio que tiene que haber sea "automático" y "fácil".
No obstante, ha señalado que si no se interioriza la variable del medio ambiente "acabará estallando en la cara" y se traducirá en costes, cuando de lo que se trata es de facilitar que "la gallina de los huevos de oro siga existiendo, en vez de matarla".
Ha señalado que se ha descubierto que el mundo es "más pequeñito" de lo que se creía y que "la interdependencia es muy grande", y las consecuencias de la deforestación que se está provocando con algunos cultivos en algunas zonas del mundo acaba repercutiendo en otras muy lejanas.
Ha señalado que introducir todos los cambios que implica el cambio de modelo no es tan sencillo, pero hay que construir la senda que permita hacerlo.
Dentro de ello, ha indicado que se deben introducir incentivos tanto en positivo como en negativo y ha afirmado que la idea de que hay que preservar el medio ambiente está calando en las empresas, aunque haya costado arrancar.
En su opinión, el cuidado del medio ambiente debe ser interiorizado por las empresas como una variable fundamental, pues si se desconoce la limitación física y química del entorno y que la preservación del medio ambiente se está convirtiendo en un valor para la sociedad, se acaba cometiendo un error estratégico.
Ha señalado también que hasta hace poco el medio ambiente se consideraba de segundo orden y, sin embargo, ahora se sabe que esa área es tan importante como la de un ministro de Hacienda, porque sobre esa materia se asienta la ganancia o pérdida de valor económico.
Para llegar al objetivo, ha señalado que los Gobiernos deben regular bien los incentivos y desincentivos, poniendo limitaciones en unos casos e introduciendo incentivos para que los comportamientos sean conformes a los que se quiere conseguir.