La marca de la gama alta Audi ha incrementado en los tres primeros trimestres el beneficio operativo un 12,8 %, hasta 3.239 millones de euros, porque el año pasado tuvo extraordinarios por el pago de una multa de 800 millones de euros por la manipulación de los motores diésel.
Audi informó hoy de que la facturación bajó en el mismo periodo hasta 44.257 millones de euros (-6,6 %) y las entregas hasta 1.357.102 unidades (-3,6 %), respecto al año anterior.
La marca de los cuatro anillos logró entre enero y septiembre una rentabilidad operativa sobre las ventas del 7,8 % (6,5 % un año antes).
Audi ha revisado a la baja sus pronósticos de ventas para este año y prevé "un ligero crecimiento de las entregas" respecto a las cifras de 2018.
Audi dijo al presentar sus resultados que en el balance de 2018 esperaba "una subida moderada de las entregas".