Air France-KLM tuvo 126 millones de euros de beneficio en los nueve primeros meses del año, lo que supone una caída del 78,8 % en relación a los 501 millones que obtuvo en el mismo periodo de 2018, anunció este jueves el grupo aéreo franco-holandés.
En el tercer trimestre, el resultado neto se quedó en 366 millones de euros, 420 millones menos que en el mismo periodo del pasado ejercicio, precisó Air France-KLM en un comunicado.
En esa caída pesaron los 100 millones de euros de costo por la salida de su flota de los aviones gigantes Airbus A380, así como la evaluación del dólar y del yen japonés frente a la moneda única europea.
Además, la factura de carburante entre julio y septiembre se incrementó en 135 millones de euros hasta 1.512 millones por una pérdida en las coberturas para la compra de queroseno para los aviones.
El resultado de explotación descendió un 22,8 % en los nueve primeros meses a 3.218 millones de euros.
Los costes unitarios de la empresa aumentaron un 0,4 % en el tercer trimestre, si se hace abstracción de las variaciones del precio del carburante y de los tipos de cambio.
La principal razón es su política de contratación de pilotos y otros empleados, que se tradujo en un aumento de los costos salariales del 5 %.
Por lo que se refiere a la actividad, la facturación entre enero y septiembre subió un 3,8 % en cifras absolutas y un 2,3 % en comparables hasta 20.732 millones de euros.
Progresaron los ingresos en el negocio de transporte de pasajeros de las marcas Air France y KLM un 3,2 % hasta 16.057 millones de euros, un 9,9 % en su filial de bajo costo Transavia a 1.431 millones y un 13,5 % en el mantenimiento a 1.623 millones.
Por el contrario, se redujo en un 4,9 % en el transporte de mercancías con 1.364 millones de euros.
Air France-KLM confirmó sus perspectivas para el conjunto de 2019, durante el que pretende disminuir sus costos, en términos equivalentes, entre un 0% y un 1%.