Bruselas

La nueva presidenta del Banco Central Europeo, la francesa Christine Lagarde, no lo va a tener nada fácil cuando tome posesión de su cargo este viernes 1 de noviembre en sustitución de Mario Draghi. La economía de la eurozona roza el estancamiento y la inflación sigue bajando y se aleja cada vez más del objetivo del 2%, según los últimos datos difundidos este jueves por la oficina estadística comunitaria, Eurostat. Una ralentización que coincide con una fractura sin precedentes dentro del BCE, cuyo arsenal de estímulos empieza a agotarse.

La eurozona creció apenas un 0,2% durante el tercer trimestre de 2019, al mismo ritmo que el trimestre anterior, según la estimación preliminar difundida por Eurostat. Un avance muy débil que sin embargo supera las expectativas de los analistas, que pronosticaban un frenazo aún mayor (hasta el 0,1%) debido a la incertidumbre provocada por el brexit y las guerras comerciales de Donald Trump.

Han sorprendido positivamente las cifras de España, que aguantó con un crecimiento del 0,4% entre julio y septiembre, así como las de Francia, que también resiste con una expansión del 0,3%. También Italia ha superado las expectativas al crecer un 0,1% durante el tercer trimestre (frente al 0% del consenso de analistas) gracias al impulso de la demanda interna.

Falta por saber la cifra de Alemania, que no se publicará hasta mediados de noviembre. El Bundesbank cree que podría haber recaído en la recesión debido a los problemas de su industria y a la debilidad del comercio internacional.

En comparación con el mismo trimestre del año anterior, la eurozona tuvo un crecimiento del 1,1%, mientras que el conjunto de la UE se expandió a un ritmo del 1,4% (0,3% entre julio y septiembre).

Pero lo más preocupante para Lagarde es que la inflación de la eurozona ha vuelto a caer del 0,8% registrado en septiembre al 0,7% en octubre. Se aleja cada vez más del objetivo del BCE de mantener el nivel de precios en un nivel inferior, aunque próximo, al 2% a medio plazo.

El principal factor que empuja a la baja la inflación es la caída del precio de la energía (-3,2%), que contrarresta las subidas registradas en los servicios (1,6%) y la alimentación, el alcohol y el tabaco (1,6%). El precio de los productos industriales apenas se mueve (0,3%).

Ni siquiera la evolución del desempleo da un respiro a la nueva presidenta del BCE. La tasa de paro en la eurozona se mantuvo en septiembre estable en el 7,5%, la misma cifra que en agosto. Se trata del nivel más bajo desde septiembre de 2018, pero esconde enormes diferencias entre los Estados miembros.

Otro mes más, España se mantiene como el segundo Estado miembro con mayor tasa de paro, el 14,2%. Una cifra que duplica la media de la eurozona. El desempleo juvenil está en el 32,8%, también el doble que el promedio comunitario. En el extremo contrario de la clasificación se encuentran República Checa (con una tasa de paro del  2,1%), Alemania (3,1%) y Polonia (3,3%).

Lagarde ha prometido seguir el legado de Draghi en el BCE y la mayoría de los expertos prevén que mantenga o incluso refuerce las medidas de estímulo monetario. No obstante, la nueva presidenta del BCE ya ha dejado claro que el BCE no puede hacerlo todo y pide a Alemania y Holanda que gasten más para combatir la amenaza de recesión.

"Los países con margen presupuestario no han hecho los esfuerzos necesarios, sobre todo los que están de forma crónica en situación de superávit presupuestario como Holanda o Alemania", dijo este miércoles Lagarde en una entrevista en la radio francesa RTL.

"Estos países con margen de maniobra, con superávit presupuestario, es decir, Alemania u Holanda: ¿Por qué no utilizan ese superávit para invertir en infraestructuras? ¿Por qué no invertir en educación? ¿Por qué no invertir en innovación para permitir un mejor reequilibrio?", reclama la presidenta del BCE.

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