El fabricante de componentes para el automóvil Gestamp obtuvo un beneficio neto de 128 millones de euros en los nueve primeros meses del año, un 21,5% menos que en el mismo periodo de 2018, ha informado hoy la empresa.
Según fuentes de la compañía, este descenso, que se ha ido atenuando a lo largo del ejercicio (la caída fue del 24% en el primer semestre), se debe a las amortizaciones derivadas de la puesta en marcha de nuevas instalaciones.
De hecho, el beneficio bruto de explotación (ebitda), que no incluye las amortizaciones, aumentó un 10,8%, hasta 755 millones, y los ingresos ascendieron a 6.572 millones, lo que supone un incremento del 6,8% (un 7% a tipo de cambio constante).
En el tercer trimestre, el beneficio neto se redujo un 10% (28 millones) y el ebitda avanzó un 19,4% (234 millones).
Gestamp ha actualizado sus previsiones financieras para el presente ejercicio. Ahora espera que los ingresos crezcan en el rango intermedio de un solo dígito, mientras que antes preveía un incremento en el rango alto de un solo dígito.
En cuanto al ebitda, la compañía espera que crezca más que en 2018 pero sin llegar a superar el incremento de los ingresos.
Antes, Gestamp contamplaba que el ebitda aumentara ligeramente más que los ingresos.