Exxon Mobil, la mayor petrolera de EEUU, ganó en los primeros nueves meses de este año 8.650 millones de dólares, un 42,8% menos que en el mismo periodo de 2018, debido a una caída del precio del crudo que es reflejo de la desaceleración económica internacional.
La compañía con sede en Irving (Texas) facturó 197.765 millones de dólares, un 9,5% menos que los 218.317 millones de dólares en ventas que obtuvo entre enero y septiembre del año pasado.
Por lo que respecta al tercer trimestre, al que más atención prestaban los mercados este viernes, los beneficios netos se redujeron en un 49,2% hasta los 3.170 millones de dólares, comparado con los 6.240 millones en el mismo tramo del ejercicio previo.
La facturación en ese periodo fue de 65.049 millones, un 14,9% menor interanual que los 76.605 millones que ingresó en el tercer trimestre de 2018.
Las ganancias por acción han pasado de ser de 1,46 dólares la acción en el tercer trimestre de 2018 a sólo 0,75 dólares en el mismo periodo de este año, si bien esto representa dos centavos más que en el trimestre anterior.
Los resultados fueron mejores de lo esperado por los analistas, que habían rebajado sus expectativas a 67 centavos la acción debido a las dificultades que atraviesa el mercado petrolero a raíz de una desaceleración económica a nivel internacional.
Exxon informó que la producción de petróleo aumentó un 3% respecto al tercer trimestre de 2018, a 3,9 millones de barriles por día. Excluyendo los efectos de derechos y desinversiones, la producción de líquidos se incrementó en total un 4% impulsada por el crecimiento de la cuenca pérmica, mientras que los volúmenes de gas natural aumentaron un 1%.
"Estamos haciendo un excelente progreso en nuestra estrategia de crecimiento a largo plazo", dijo en un comunicado Darren W. Woods, presidente y director ejecutivo de Exxon Mobil.
A su juicio, "el crecimiento en la cuenca pérmica continúa impulsando el aumento de la producción de líquidos y estamos por delante de lo previsto".