Roma, 3 nov (EFECOM).- El ministro de Economía de Italia, Roberto Gualtieri, ha pedido a los partidos que forman el Gobierno que aparquen las críticas sobre las subidas de impuestos previstas en los Presupuestos Generales para 2020, ya que buscan fomentar "el empleo, la inversión y el bienestar".
"Estoy sorprendido por una mayoría que parece hacer propaganda contra su propia ley de presupuestos. También porque, como es sabido, es el resultado de un trabajo ampliamente compartido", dijo Gualtieri, miembro del Partido Demócrata (PD), en una entrevista que publica este domingo el diario italiano La Stampa.
El Gobierno italiano está formado por el antisistema Movimiento 5 Estrellas (M5S), el PD, Italia Viva, que lidera el ex primer ministro Matteo Renzi tras separarse recientemente del PD, y el partido de izquierdas Libres e Iguales.
El ministro italiano respondió así a las críticas de algunos miembros del M5S y de Renzi, contrarios a una subida de impuestos, y pidió que no se centren "en el 5 %" de los presupuestos, porque el 95 % restante es, en su opinión, muy positivo.
"Hemos hecho lo que todos pensaban que era imposible: evitar la subida del impuesto sobre el valor añadido (IVA), para lo que se han encontrado 23.000 millones de euros. Son unos presupuestos que apoyan el trabajo, la inversión y el bienestar", sostiene.
Gualtieri defiende que el plan para 2020 reduce "los impuestos en casi 27.000 millones" y explica que solo suben los relativos a los plásticos no reutilizables, a las bebidas azucaradas y a las empresas digitales, con la intención de evitar que eludan al fisco.
Afirma que "algunas medidas requieren una profundización y mejora" y cree que se podrá modificar el texto, sin variar las partidas monetarias y el cuadro macroeconómico, durante el debate parlamentario que aún no ha comenzado, y hasta su aprobación antes de final de año.
Una de las medidas más criticadas incluidas en los presupuestos es el impuesto a los coches de empresa que algunos trabajadores tienen como beneficios laborales, complementarios a su salario.
Estos vehículos tienen un gravamen al 30 % de una cifra que depende de factores como el modelo y los kilómetros gastados.
Y tributan al 30 % porque se considera que es la parte relativa al uso privado, mientras que el 70 % restante del valor del automóvil está relacionado con su utilización por motivos laborales.
Sin embargo, ahora el Gobierno estudia subir este impuesto al 60 %, excluyendo a los coches híbridos y eléctricos, algo que han argumentado como una medida para incentivar la protección medioambiental y la oposición dice que es recaudatoria.
La iniciativa no gusta al viceministro de Desarrollo Económico, Stefano Buffagni (del M5S), que cree que penalizará a los trabajadores.