El portugués BPI, controlado por el español CaixaBank, ganó en los nueve primeros meses del año 253,6 millones de euros, un 52% menos que un año antes, debido a que en ese periodo, tras la venta de diferentes participaciones, tuvo unos impactos extraordinarios positivos.
En un comunicado remitido hoy a la Comisión del Mercado de Valores (CMVM) lusa, el Banco Portugués de Inversión (BPI) explicó que el beneficio que obtuvo de la actividad desarrollada en Portugal fue de 152,8 millones, lo que supone una reducción del 7%.
En su actividad internacional, el Banco de Fomento de Angola -participado por BPI- ganó 86,4 millones, mientras que el BCI de Monzambique -también participado por BPI- logró un beneficio de 14,5 millones de euros.
El margen financiero -diferencia entre los intereses cobrados en créditos y los pagados de los depósitos- aumentó el 3,4%, hasta 326,1 millones, y las comisiones cobradas bajaron 9 millones, hasta 192,5 millones de euros.
En Portugal, los depósitos de clientes alcanzaron los 22.336 millones de euros, un 5,8% más desde diciembre de 2018.
CaixaBank se hizo con el control del BPI en febrero de 2017 a través de una opa, que dejó el 84,5% del capital en sus manos.