Once comunidades autónomas incumplirán el objetivo de déficit del menos 0,1% del PIB marcado para 2019, según la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), que ha alertado del riesgo de entrar de nuevo en la senda del incumplimiento tras dos ejercicios con un déficit inferior al permitido.
Fedea ha hecho público este lunes su "Observatorio fiscal y financiero de las comunidades autónomas", en el que señala que solo Navarra, Canarias, País Vasco, Galicia, La Rioja y Baleares están en condiciones de cumplir el objetivo de déficit.
La once restantes no lograrían el equilibrio presupuestario necesario para conseguirlo, especialmente Murcia, Extremadura y la Comunidad Valenciana, que son las que tienen más problemas.
De acuerdo con el informe, las comunidades han presentado hasta julio pasado un saldo en la contabilidad nacional corregido de anticipos de 3.090 millones de euros, lo que supone un empeoramiento de más 3.000 millones respecto a julio de 2018.
Fedea explica este deterioro en que el gasto presupuestario está creciendo el 6,6%, superando ampliamente el límite del 2,7% que marca la regla de gasto para 2019.
Pero precisa que este crecimiento no se va a mantener en la segunda parte del año, porque la actualización salarial acordada para 2018 se hizo efectiva a partir de julio con efectos retroactivos, mientras que este año se ha aplicado desde el 1 de enero.
También porque ha sido año electoral en la mayor parte de las comunidades, lo que ha acelerado el ritmo de ejecución de los gastos en los primeros meses.
El informe achaca además el empeoramiento del saldo a la prórroga de las entregas a cuenta durante los primeros meses del año, lo que ha limitado el crecimiento de los recursos autonómicos al 1,9%.
Incluso estimando la revisión al alza de las entregas a cuenta en la segunda mitad del año y las operaciones extraordinarias de 2018, la mayoría de las comunidades siguen sin poder cumplir con las exigencias.
Según la proyección de Fedea, que la entidad considera "optimista", el saldo de las comunidades se situará en el -0,4% del PIB, lo que supone un desvío de tres décimas respecto al objetivo de déficit.
El informe concluye así que la nueva senda de incumplimiento que apuntan los datos puede poner en riesgo la consolidación fiscal en próximos ejercicios.