Madrid, 5 nov (EFECOM).- Recuperar la confianza en el sector financiero tras la larga crisis sufrida y su papel en la política y la economía, más importantes en un entorno de "inestabilidad" como el actual, es una de las cuestiones que han centrado este año la Conferencia Internacional de Banca que organiza el Banco Santander.

La presidenta del Santander, Ana Botín, el consejero delegado de la entidad, José Antonio Álvarez, la ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, y el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, han participado en la jornada, celebrada en la sede central de la entidad, en Boadilla del Monte.

En plena campaña electoral, Ana Botín ha alertado sobre el populismo político, que "va a más" y que es la consecuencia de la crisis y de la pérdida de confianza de la sociedad en las instituciones y en el sector financiero.

También ha querido dejar claro que pese a su avance, el populismo "no puede ser la respuesta" para los desafíos globales que afronta la sociedad, entre ellos el cambio climático, la digitalización o la globalización, que ya existían en 2008, cuando estalló la crisis financiera que condujo a lo que ha denominado la "gran recesión".

"Perdimos la confianza" y el comportamiento de algunos contaminó la percepción pública, de forma que los políticos, los hombres y mujeres de negocios y los banqueros ya no eran dignos de confianza; eso se extendió a las instituciones en general y propició el auge del populismo, ha dicho.

Nadia Calviño ha destacado el importante papel que tiene la banca como canalizadora del ahorro en la transición a una economía "verde" y ha abogado por que el sector "movilice" la inversión privada en finanzas sostenibles.

Asimismo, ha destacado el papel de la confianza en la política y en la economía, que adquiere aún más "importancia" en un entorno de inestabilidad como el actual, ante factores internos y externos como el "brexit" o la guerra comercial entre EE.UU. y China.

La incertidumbre que genera el entorno global está teniendo también un impacto en España, ha reconocido Calviño, que ha insistido en que, aunque el crecimiento económico se está moderando, España crece trimestre a trimestre, con unos cimientos "más estables que nunca".

No obstante, hay importantes desafíos como el fomento de la digitalización, el fortalecimiento de la educación, de la I+D+i, la inteligencia artificial o una estrategia nacional que aborde el problema demográfico, o la transición ecológica, ha añadido.

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha abogado por una política fiscal que se decida en Bruselas, ya que en su opinión, esta medida sería "más efectiva" que pedir a Alemania o a otros países que apliquen políticas fiscales expansivas para impulsar el crecimiento.

De Cos ha destacado que el Banco Central Europeo (BCE) ha hecho "todo lo necesario" para salvaguardar la zona del euro con su política monetaria, aunque quizás "esté llegando a su límite".

Ahora, ha recordado, el BCE intenta que la política fiscal ayude, y ha pedido a países que cuentan con espacio fiscal como Alemania o Países Bajos, que adopten políticas fiscales "expansivas".

Y el consejero delegado del Banco Santander, José Antonio Álvarez, ha destacado los esfuerzos del sector financiero desde que estalló la crisis para recuperar la confianza de los clientes y mejorar la solvencia, pero ha admitido que es "un trabajo en curso".

Álvarez ha considerado que aún hay que convencer a los inversores de que "merece la pena" invertir en los bancos, y también hay que convencer a los clientes "y a la sociedad en general" de que los bancos son imprescindibles para la economía.

El "número dos" del Santander ha admitido que el sector financiero a veces no ha fijado precios "correctamente", ya que han cobrado mucho por algunos servicios que costaban muy poco y demasiado poco por otros que a los bancos les salen muy caros.