París, 8 nov. (EFECOM).- El consejero delegado de Peugeot Citroen (PSA), Carlos Tavares, indicó este viernes que espera un acuerdo de carácter jurídico para la fusión con Fiat Chrysler (FCA) en las próximas semanas y señaló que si la operación sale adelante, habrá que esperar al menos un año para que se formalice la nueva empresa.
Preguntado en una entrevista del canal francés "BFM Business" sobre si ese acuerdo de unión de los dos grupos automovilísticos para crear el cuarto constructor se cerrará antes de fin de año, Tavares respondió que "es lo que tratamos de hacer", pero puntualizó que no hay compromiso para lograrlo en ese plazo.
El máximo ejecutivo del fabricante francés afirmó que si las autoridades europeas de la competencia les ponen condiciones a la unión, "por supuesto estamos dispuestos a hacer concesiones" y se harán "con buena inteligencia".
Los dos grupos automovilísticos anunciaron el pasado día 31 su voluntad de realizar una fusión entre iguales para constituir el cuarto constructor mundial de automóviles con sinergias que estimaron en 3.700 millones de euros anuales.
A la cuestión de cuánto tiempo hará falta para conseguirlas, Tavares remitió este viernes al ciclo de un vehículo, desde que se concibe hasta que se concreta comercialmente, que es de siete años.
En cuanto al coste de las inversiones para la transformación tecnológica por las reglas medioambientales, las cifró en más de 5.000 millones de euros en un horizonte de diez años.
Precisamente, el aumento de los costes de lo que llama una "movilidad limpia" es para él uno de las principales razones que justifican esta fusión porque ante ese desafío en términos de inversiones y de volúmenes de compra el tamaño de la empresa "tiene importancia".
Interrogado sobre la polémica elección de Holanda para establecer la sede del futuro grupo que resulte de la fusión, aseguró que no es por razones fiscales, en contra de lo que se les reprocha, ya que desde 2021 ese país ya no ofrecerá ventajas en ese terreno. La razón -alegó- es la "neutralidad" que ofrece Holanda.
El consejero delegado de la compañía francesa indicó que "por ahora" no ve que sea necesario suprimir marcas en la futura compañía, hizo notar que el grupo Volkswagen tiene más y las de PSA y FCA "todas tienen su historia y su fuerza".
Defendió, además, el compromiso de llevar a cabo la fusión sin cerrar ninguna planta de producción. Precisó que cuando PSA compró Opel, tampoco se cerró ninguna factoría de la marca alemana pese a que su situación financiera era mucho peor que la de FCA.