Madrid, 12 nov (EFECOM).- El sector de la distribución alimentaria en España muestra señales claras de desaceleración y creció en 2018 la mitad que en 2017, afectado por la caída de las ventas en el formato hipermercado.
La tendencia se agravará al cierre del actual ejercicio, con una mejora de su facturación conjunta calculada en el entorno del 0,3 %, según un estudio publicado hoy por la consultora DBK Informa.
Los ingresos del sector se situaron en 2018 en 90.540 millones de euros, un 1,7 % más que un año antes pero lejos del 3 % de subida registrado en 2017.
Los supermercados mejoraron en 2018 sus ventas un 2,1 % hasta 73.190 millones y los "cash & carry" (centros que venden a mayoristas) crecieron un 0,6 %, hasta 4.100 millones.
En contraste, la facturación de los hipermercados alcanzó 13.250 millones, un 0,2 % menos que en 2017.
Se prevé que a corto plazo aumente "la presión sobre los precios" y sobre los márgenes de rentabilidad de un sector compuesto por empresas como Mercadona, Carrefour, DIA, Lidl, Alcampo o Makro, entre otras, según el informe.
Esta tendencia será contrarrestada parcialmente por el alza del consumo de productos con mayores márgenes, como comidas preparadas -la mayor parte de las cadenas ya están creando espacios dedicados a dar este servicio en sus tiendas- y alimentos "premium" y ecológicos.
"La orientación de la demanda hacia compras más frecuentes y de menor importe continuará favoreciendo el crecimiento de las ventas de los supermercados de proximidad" frente a otros formatos, ha explicado DBK Informa.
El documento resalta, asimismo, el incremento de la inversión destinada al comercio electrónico, la modernización de las estructuras logísticas y la internacionalización como algunas de las apuestas clave del sector.
Las cifras apuntan a que el mercado será más dinámico en Portugal, donde se calcula un crecimiento para este 2019 del 1,8 % de las ventas.