Santander lanza una oferta de productos y servicios para mayores de 65 años
Madrid, 13 nov (EFECOM).- El Banco Santander ha anunciado este miércoles el lanzamiento de la oferta "Senior", con productos y servicios, financieros y no financieros, adaptados a los mayores de 65 años, como un Seguro Dependencia.
En una nota, el banco ha explicado que con esta oferta, Santander sigue avanzando en su estrategia de segmentación para atender las necesidades específicas de los clientes, y ello, tras el lanzamiento de Smart Bank, para jóvenes; Generación 81, para mujeres, y el Plan Smith, para el colectivo de no residentes.
Ahora, y tras anunciar el pasado 31 de octubre que dejará de remunerar a los clientes de su Cuenta estrella, la 123, el banco pone el foco en los mayores de 65 años, un sector "creciente que, según las proyecciones demográficas, tendrá un peso del 25 % en 2030".
En la actualidad, ha añadido el banco, el 70 % de los mayores tiene la pensión cómo única fuente de ingresos, con una retribución media de 1.075 euros mensuales.
"El aumento de la esperanza de vida y el cambio en sus hábitos hace necesario que busquen otras fuentes de ingresos complementarias y requieran ayuda para afrontar su día a día", ha asegurado la entidad que, dentro del Servicio Senior ofrecerá, por nueve euros al mes, un equipo de tele-asistencia o botón de socorro para emergencias, transferencias ilimitadas desde la oficina, y un Seguro Garantía para accidentes.
La oferta también incluye tres servicios de apoyo o asistencia como un "manitas" tecnológico, un asistente 24 horas, y un servicio de optimización de recibos.
Al margen de este Servicio Senior, el banco pone a disposición de este colectivo un Seguro Dependencia, "el único ofrecido por una entidad financiera en el mercado", que permitirá a los clientes beneficiarse de hasta 1.500 euros mensuales de renta vitalicia ante situaciones de dependencia severa o gran dependencia y tendrán la posibilidad de recibir los tres primeros meses juntos.
Este seguro podrá contratarse entre los 55 y los 75 años, con una carencia de tres años en el caso de Alzheimer y demencias, y un año para el resto de enfermedades.