Natalia Kidd
Buenos Aires, 14 nov (EFECOM).- Los precios al consumidor en Argentina sufrieron en octubre una desaceleración respecto al pico de septiembre, pero la inflación continúa en niveles muy elevados y las perspectivas no son buenas para los dos últimos meses del año.
Según informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos de Argentina, el mes pasado los precios subieron un 3,3 % frente a septiembre, cuando la inflación había alcanzado un máximo anual del 5,9 % como consecuencia de la fuerte revalorización del dólar en el mercado cambiario local tras las elecciones primarias de agosto.
De acuerdo con la misma fuente, los precios registraron en octubre un incremento interanual del 50,5 % y acumulan en los primeros diez meses del año un aumento del 42,2 %.
Los datos del Indec revelan que los precios de los bienes aumentaron el 3,5 % en octubre y, dentro de éstos, los alimentos y las bebidas no alcohólicas se encarecieron un 2,5 %, mientras que los precios de los servicios subieron un 2,9 %.
La subida del 3,3 % respecto a septiembre muestra una desaceleración respecto del pico del 5,9 % de septiembre y del alza del 3,9 % de agosto, pero la tasa está aún por encima de las registradas antes de la fuerte depreciación del peso frente al dólar desencadenada tras las primarias del 11 de agosto.
En julio la tasa de inflación había sido del 2,2 %, la menor del año.
"La inflación permanece en niveles muy elevados y no consigue converger hacia los niveles pre-devaluación", advirtió en un informe el Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala.
La subida del precio del dólar, un fenómeno que rápidamente se traslada en Argentina al resto de los precios de la economía, volvió a acelerarse en los días previos a los comicios presidenciales del 27 de octubre, en los que triunfó el peronista Alberto Fernández.
Pero, tras la elección, el Gobierno de Mauricio Macri profundizó las restricciones a la compra de dólares decretadas inicialmente en septiembre, lo que frenó la escalada en el precio de la moneda estadounidense y, por ende, moderó su impacto en la inflación en los últimos días de octubre.
Según la consultora privada Elypsis, el "super cepo", como se denomina en Argentina al profundo control cambiario, "contuvo los precios en los últimos días del mes", evitando un alza mayor en octubre.
Los precios ya habían acumulado el año pasado un aumento del 47,6 %, el nivel más alto desde 1991, y, con los últimos sobresaltos, se espera un número mayor para este año.
Las últimas proyecciones privadas que recaba el Banco Central calculan que la inflación acumulada en 2019 será del 55,6 %, más del doble del 23 % previsto en los presupuestos para este año.
Diversos informes privados advierten que para el último bimestre se esperan renovadas subidas en los servicios de medicina privada, telefonía móvil y combustibles.
Éstos últimos aumentaron hoy sus precios un 5 % y son un bien con impacto en los costes agrícolas, de la industria y de servicios como el transporte y el turismo.
La consultora Ecolatina advierte en un informe de que en el inicio del año próximo "la inflación permanecerá elevada" en la medida en que se descongelen las tarifas de servicios públicos y se revierta la quita del IVA a alimentos -dos medidas de emergencia decretadas por Macri en agosto, en medio de las severas turbulencias financieras- y que crezcan los salarios.
La alta inflación que registra Argentina se da en un contexto de recesión económica, con una caída en la actividad del 2,5 % en 2018, uno de los peores desempeños en años y que se profundizaría al 3 % en 2019, según las proyecciones recogidas por el Banco Central.
El Gobierno de Macri prevé que la inflación desacelerará en 2020 al 34,2 %, pero consultores privados ya pronostican un alza del 42,9 %, mientras que el FMI proyecta un aumento del 39,2 %.