La compañía alemana de suministro energético RWE tuvo hasta septiembre un beneficio neto atribuido de 9.091 millones de euros, tras la pérdida de 65 millones de euros un año antes, por la desinversión del negocio de redes y ventas de Innogy y la participación en IGH.
RWE informó este jueves de que vendió estas actividades tras el acuerdo con E.on, que adquirió Innogy, la división de renovables y redes de RWE.
El beneficio neto antes de extraordinarios subió en los tres primeros trimestres hasta 854 millones de euros (+32,4 %).
La facturación con energía de RWE bajó en los tres primeros trimestres hasta 9.218 millones de euros (-9 %).
RWE, que se va a concentrar en la producción de electricidad y en renovables, mejoró el beneficio operativo antes de extraordinarios hasta 624 millones de euros (+34,2 %) por la mejora del resultado en el Reino Unido.
El director Financiero de RWE, Markus Krebber, dijo que RWE tiene una base financiera que permite el crecimiento de nuevo, especialmente en las renovables.
RWE ha revisado al alza sus pronósticos para este año, debido a que espera pagos de 230 millones de euros por 2018 y 2019 del negocio de electricidad en el Reino Unido y al fuerte resultado en la negociación de energía.
Los pagos se realizarán en 2020 pero tendrán efectos en el resultado de 2019.
También mantiene el objetivo de dividendo de 0,80 euros por acción para 2019.
La compañía alemana prevé un beneficio neto antes de extraordinarios de entre 900 y 1.200 millones de euros (antes 500 y 800 millones de euros).
RWE dijo que en las últimas semanas su negocio con renovables se ha desarrollado de forma dinámica sobre todo en EEUU, el Reino Unido y Polonia, donde tiene nuevos proyectos eólicos y de energía solar y contratos con socios.
En el segmento de lignito y energía atómica subieron los precios mayoristas, pero la producción de electricidad bajó respecto a 2018 por la reducción de la capacidad de las centrales térmicas y tras la prohibición de la desforestación del bosque de Hambach, donde RWE quería expandir su mina de carbón.
El negocio europeo de generación de electricidad redujo el beneficio debido a la falta de pagos del mercado británico.