París, 17 nov (EFECOM).- El Estado francés, accionista de referencia de Renault con un 15 % del capital, quiere que el futuro consejero delegado de Renault sea un profesional del sector del automóvil que conozca los desafíos "radicales" que hay que afrontar con la transición energética y los coches autónomos.
"Quiero que sea un profesional del automóvil" porque frente a esos retos "hace falta un profesional", dijo este domingo el ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, en una entrevista al canal "BFMTV".
Preguntado sobre las filtraciones en la prensa de que el puesto podría recaer en un italiano, en referencia a Luca de Meo, responsable actualmente de la marca Seat, filial de Volkswagen, Le Maire no quiso confirmarlo.
Se escudó en que "hay procedimientos en marcha" y es el actual presidente de Renault, Jean-Dominique Senard, el que debe elegir el perfil del futuro consejero delegado, sobre el que después "el Estado francés, como accionista, manifestará su opinión".
Desde que Senard anunciara el 11 de octubre la destitución como consejero delegado de Thierry Bolloré, esa función la ejerce con carácter interino la responsable financiera, Clotilde Delbos, asistida por dos directores generales adjuntos, Olivier Murguet y José Vicente de los Mozos.
Junto al nombre de Luca de Meo, que "Le Figaro" señala como el favorito, también aparecen como potenciales candidatos otros ejecutivos, algunos del propio sector del automóvil y otros no.
Según "Le Journal du Dimanche", Senard duda entre el presidente de Seat y Stéphane Israel, presidente de la compañía europea Arianespace que comercializa las lanzaderas espaciales Ariane, Vega y Soyuz.
Por otro lado, Le Maire se desmarcó totalmente de la petición de 27 parlamentarios franceses que piden a las autoridades de su país que hagan lo posible para la repatriación del antiguo "número uno" de Renault y de Nissan Carlos Ghosn, que está bajo un estricto control judicial pendiente de juicio en Japón.
Para el ministro, lo que reclaman esos parlamentarios es una injerencia en un asunto judicial de Japón, un país "soberano y amigo".
En un artículo publicado en "Le Journal du Dimanche" afirman que lo que hay detrás del procedimiento contra Ghosn es una maniobra para dejarlo fuera de juego dentro de una "guerra económica" cuyo objetivo es acabar con "la tutela francesa de Nissan".