Barcelona, 19 nov (EFECOM).- El presidente de Seat, Luca de Meo, ha puesto este martes en valor los últimos años de actividad de la marca en España, en los que ha encadenado récords de ventas, y, en relación a las protestas en las calles en Cataluña tras la sentencia del 'procés', ha subrayado: "Lo único que pido es que me dejen trabajar".
En un encuentro con los medios de comunicación, De Meo ha recordado que hace un par de semanas, coincidiendo con la huelga general convocada por un sindicato independentista en protesta por la sentencia del Tribunal Supremo, la dirección y los sindicatos de Seat acordaron cerrar la planta tras sentir "miedo" y "preocupación".
"Nosotros no tenemos la arrogancia de querer opinar de cosas que están muy por encima de nuestro papel. Yo sólo soy un tío que fabrica y vende coches. No tengo que decir nada si (las protestas) no impactan en la operativa, pero hace un par de semanas sí que estuvimos preocupados", ha explicado el empresario italiano.
El temor de Seat era que las protestas, que incluían cortes de carreteras, tengan efecto en la operativa de la compañía, que trabaja con un sistema muy preciso de llegada de componentes y ensamblaje de vehículos.
"Yo no puedo sacar coches a los que les falte el volante", ha puesto como ejemplo De Meo, tras recordar que en la planta de Martorell (Barcelona) entran cada día 16 millones de piezas.
Pasados esos momentos, De Meo ha expresado hoy su confianza en la capacidad de la compañía de gestionar el día a día: "Nosotros manejamos bien la situación y las cosas van bien. Ojalá que sigan así", ha dicho.
El presidente de Seat ha explicado que anoche coincidió en la cena de entrega de los XII Premios Carles Ferrer Salat de Foment del Treball con el vicepresidente y consejero de Economía, Pere Aragonès, con el que intercambió algunas impresiones respecto a la situación en Cataluña.
De Meo y Aragonès comentaron la propuesta realizada la semana pasada por el Gobierno catalán de reunirse en Wolfsburg (Alemania), donde el Grupo Volkswagen tiene su sede, con directivos del consorcio para intentar tranquilizarles sobre la situación.