Madrid, 21 nov (EFECOM).- Las instalaciones de Red Eléctrica de España (REE) anteriores a 1998 seguirán recibiendo en 2023 ingresos por amortización y retribución, y no sólo por mantenimiento, al ampliar la Dirección General de Política de Energía y Minas un año más su vida residual, con lo que REE ingresará 300 millones de euros adicionales en 2023.
REE ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que la Dirección General de Energía y Minas le ha comunicado este jueves que ha aprobado incrementar en un año la vida residual de las instalaciones que obtuvieron la autorización de explotación antes de 1998, los conocidos como activos 'pre98'.
Según ha explicado en un hecho relevante la compañía, la Dirección General de Energía y Minas ha justificado la extensión en un año de la vida residual, que le permite seguir cobrando por amortización y retribución, en las actuaciones de renovación y mejora efectuadas por REE en el periodo 2015-2018.
La decisión ha sido adoptada por la Dirección General, tras haber recibido el informe favorable de la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC).
La prórroga de un año de la vida residual de estas instalaciones supone para REE unos ingresos adicionales de 300 millones de euros en el año 2023, ejercicio que ya corresponde al nuevo periodo regulatorio que entrará en vigor en 2020.
Un real decreto modificó en 2013 el modelo retributivo de las redes de transporte con puesta en servicio antes del año 1998 y estableció expresamente que a partir del año 2023 los activos anteriores a 1998 de REE dejarían de recibir ingresos por amortización y retribución, pasando a percibirlos sólo por mantenimiento.
En 2015, un nuevo real decreto modificó distintas disposiciones de anteriores reales decretos de retribución de redes eléctricas y recogió, en una disposición transitoria, el incremento de la vida residual de las instalaciones de transporte que hubieran obtenido autorización de explotación antes de 1998, si su titular ejecutaba planes de renovación y mejora hasta el 31 de diciembre de 2018.
De acuerdo con esta última norma, el valor de la vida residual podría incrementarse en el primer año del segundo periodo regulatorio, si se aportaba documentación auditada que acreditara que se habían llevado a cabo inversiones para la renovación y mejora de las instalaciones.
Esas inversiones en renovación y mejora sobre activos anteriores a 1998 debían computarse como inversiones entre el 1 de enero de 2015 y el 31 de diciembre de 2018.