El fabricante brasileño de aviones Embraer entregó este jueves la primera aeronave de cinco, del modelo E195-E2, inédito en Europa, adquiridas hace un año por la aerolínea española Binter como parte del plan de crecimiento de la empresa canaria en vuelos de larga distancia.
"Este avión será un paso importante en la historia de nuestra empresa al convertirnos también en operador de aviones jet de última generación. Este nuevo hito, que coincide con la celebración del 30 aniversario de Binter, se suma a los importantes avances que hemos conseguido en los últimos años", señaló el presidente de la compañía, Pedro Agustín del Castillo, durante el acto de presentación del reactor bimotor.
Para hacer más posible este avance con el objetivo de mejorar la conectividad del archipiélago canario con España y con otros países, Binter, que en 2018 transportó 3,6 millones de pasajeros, invirtió unos 309 millones de euros (342 millones de dólares) en los cinco jets, con capacidad para 132 pasajeros en clase única, según precisó Del Castillo a Efe.
Esta primera aeronave, que todavía deberá pasar por una pericia técnica por parte de la aerolínea antes de seguir viaje desde Brasil hacia España, debe arribar a las Islas Canarias dentro de una semana para ser incorporada efectivamente a la flota de Binter en sustitución a un modelo antiguo utilizado por la compañía.
Embraer también tiene previsto entregarle dos ejemplares más todavía en 2019, y los dos restantes hasta mediados de 2020, cuando, por fin, la empresa podrá poner en marcha su plan de expansión para los nuevos jets.
"Estamos muy orgullosos de haber elegido a Embraer porque tiene aviones de última tecnología. Al ser el E195-E2 uno de los reactores más silenciosos y eficientes del mundo, esperamos que nos proporcione importantes mejoras, no solo en costes de mantenimiento sino también en términos de consumo de combustible", agregó Del Castillo.
El ejecutivo también hizo hincapié en el crecimiento que ha tenido la empresa en los últimos años, ya que, desde 2002, amplió su plantilla de 400 empleados a más de 1.500 y adquirió 41 aeronaves y subrayó la importancia de la estrategia de sostenibilidad que desarrolla Binter para minimizar el impacto ambiental de sus actividades a través de la compra de aviones y vehículos de tierra menos contaminantes o de la eliminación del uso de plásticos.
"Nos hemos propuesto acompañar el desarrollo económico y social del archipiélago y la internacionalización de su economía, no solo con unas conexiones internas cada vez más reforzadas sino con un proceso de consolidación de rutas aéreas con entorno estratégico, y por eso no hemos dejado de invertir, crecer y mejorar", sostuvo.
El E195-E2 es el modelo más grande de las tres aeronaves que integran la familia E-Jets E2 de Embraer y recibió el pasado mes de abril las certificaciones de la Agencia Nacional de Aviación Civil brasileña (ANAC), de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por su sigla en inglés) y de la Agencia Europea para la Seguridad en la Aviación (EASA, por su sigla en inglés).
Según Embraer, pruebas de vuelo demostraron que el desempeño del modelo elegido por Binter supera sus especificaciones originales en ahorro de combustible, erigiéndose como la aeronave más amigable con el medioambiente de su categoría, además de presentar un coste de manutención un 20 % menor que el del modelo anterior, el E195.
Por su parte, el presidente de Embraer, John Slattery, afirmó que su empresa está "extremadamente orgullosa" por haber entregado el primer E195-E2 de Europa a la aerolínea "más exitosa" del viejo continente y celebró el hecho de que Binter se haya sumado a la extensa cartera de clientes que el fabricante mantiene en todo el mundo.
"Binter hizo una inversión estratégica en Embraer al elegir adquirir el E195-E2 (...), aumentando la base de operaciones de Embraer. Aunque cada entrega es importante para nosotros, cada vez que recibimos a un nuevo cliente es único y especial", subrayó Slattery durante su intervención en el evento celebrado en un hangar de Embraer en la ciudad de Sao José dos Campos, en el estado de Sao Paulo.EFE