Buenos Aires, 26 nov. (EFECOM).- El presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, que tomará posesión el 10 de diciembre, se mostró partidario de que el país no aumente su deuda con los 11.000 millones de dólares que debe entregar el FMI como último pago del préstamo de 56.300 millones que concedió a Argentina en 2018.
"¿Tengo un problemón y voy a pedir 11.000 millones más?. Lo que quiero es dejar de pedir y que me dejen pagar", dijo el líder peronista en una entrevista este martes on Radio con Vos, al ser consultado por la negociación con el organismo cuando asuma el poder, en un contexto de incertidumbre por la alta deuda externa del país.
Fernández remarcó que la "primera regla" es "cumplir" con los compromisos, pero para ello llamó al Fondo Monetario Internacional (FMI) a debatir el tiempo que necesita Argentina para volver a poner en marcha su economía, en recesión desde hace más de año y medio, pero sin recibir más dinero.
"Porque es querer calmar la borrachera mientras uno sigue tomando vino. Al día siguiente te levantás y lo que eran 45.000 se te convirtieron en 57.000. Tenés un problema más grande. Yo no quiero agrandar más ese problema, quiero resolverlo con sensatez", aseveró.
El pasado 19 de noviembre, Fernández habló por teléfono con la nueva directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, a quien dijo que propondrá un acuerdo de pago de la deuda con el organismo, pero "sin más ajuste".
En mayo de 2018, y tras una abrupta fuga de capitales, el Gobierno de Mauricio Macri firmó con el FMI un acuerdo de auxilio financiero a tres años por 56.300 millones de dólares, de los que el organismo ha entregado ya unos 44.000 millones, pero desde septiembre pasado las entregas están suspendidas.
Cuando le preguntaron que a qué se dedicarían esos fondos en el caso de que llegaran, Fernández contestó: "La pregunta que yo te hago es... ¿si vos tenes un problema porque estás muy endeudado, vos creés que la solución es seguir endeudándote? No es la solución".
El líder peronista dijo que Argentina si puede pedir al FMI que no envié los millones que restan del préstamo.
"Podemos, absolutamente podemos", subrayó, para reiterar que no quiere firmar acuerdos que no va a cumplir, ya que a su juicio eso ya lo hizo su antecesor Macri.
Argentina acumula una deuda pública total de 314.315 millones de dólares.
El nuevo gobierno peronista deberá estudiar cómo pagar ese endeudamiento, al toparse con próximos vencimientos que son difíciles de asumir.
Tras el triunfo de Fernández en las primarias del pasado agosto, fuertes turbulencias financieras llevaron al Ejecutivo de Macri a anunciar una ampliación de los plazos de vencimiento de los títulos de corto plazo y la intención de hacer lo mismo con los de medio y largo plazo, lo que parte de la oposición considera en la práctica un cese de pagos.
El presidente electo recordó este martes que la economía lleva dos años "paralizada", van "7 u 8 meses" consecutivos de caída de la industria y más de dos años de descenso en el consumo.