Santiago de Chile, 2 dic (EFECOM).- La actividad económica de Chile cayó en octubre de 2019 un 3,4 % interanual, un desplome ocasionado por el impacto de la crisis social que es muy superior a las pronósticos del Gobierno, que esperaban un crecimiento de entre el 0 y el 0,5 % para ese mes.
La información la recoge el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) que publicó el Banco Central de Chile (BCCh) este lunes, que contempla también una caída del 5,4 % respecto a septiembre de 2019 y del 3,5 % en doce meses.
El Imacec reúne el 91 % de los bienes y servicios del Producto Interior Bruto (PIB) y se considera un anticipo de éste.
La actividad económica del mes se vio afectada por el desempeño de las actividades de servicios, comercio e industria manufacturera, según recogió el boletín del BCCh.
En los servicios, destacaron las caídas de educación, transporte, servicios empresariales y restaurantes y hoteles.
El resultado económico fue compensando parcialmente por el aumento de la actividad de construcción, según la entidad emisora.
Por su parte, el Imace minero creció un 2,0 %, mientras que el no minero cayó el 4,0 %.
En términos desestacionalizados, y con respecto al mes anterior, el Imacec minero creció un 0,9 % y el Imacen no minero disminuyó un 6,1 %.
La crisis social chilena, que ya se ha cobrado la vida de al menos 23 personas, estalló el pasado 18 de octubre con multitudinarias manifestaciones en reclamo de una mayor redistribución de la riqueza y servicios básicos gratuitos.
En paralelo, se han dado graves episodios de violencia con saqueos, incendios y destrucción de comercios, entidades bancarias, estaciones de transporte y mobiliario público.
Las protestas están causando graves impacto en el comercio y en el turismo hasta el punto de el Banco Central rebajó su previsión de crecimiento para 2019 del 2,5 a 1,9 %.
A comienzos de noviembre de este año, el ministro de Hacienda de Chile, Ignacio Briones, había proyectado que el Imacec de octubre mantendrá sin cambios o incluso podría caer un 0,5 %,
El Gobierno estima que se podrían perder hasta 300.000 puestos de trabajo a finales de año, lo que elevaría la tasa de paro del 7 % al 10 %.