Sao Paulo, 2 dic (EFECOM).- La industria siderúrgica brasileña recibió "con perplejidad" la decisión del presidente de EEUU, Donald Trump, de reimponer los aranceles sobre el acero y aluminio de Brasil y Argentina, que la patronal del sector calificó como una "represalia" a Brasil.
"La decisión de tasar el acero brasileño como forma de compensar el agricultor americano es una represalia a Brasil, que no refleja las relaciones de sociedad entre los dos países", expresó el Instituto Acero Brasil en un comunicado.
La patronal del sector apuntó que ha recibido "con perplejidad" la determinación de Trump de restaurar las tarifas sobre la importación de acero y aluminio desde Brasil y Argentina bajo el "argumento" de que los dos países "han liderado una devaluación masiva de sus monedas", lo que perjudicaría "a los agricultores de Estados Unidos".
La entidad rechazó esas afirmaciones y recalcó que el mercado cambiario de Brasil es "libre", por lo que no existe "cualquier iniciativa en el sentido de desvalorizar artificialmente el Real" brasileño por parte del Gobierno.
Agregó que la decisión del mandatario estadounidense "perjudica a la propia industria productora de acero norteamericana", pues esta necesita los productos "semiacabados exportados por Brasil" para operar sus plantas.
La vicepresidenta adjunta de la agencia de calificación Moody's, Carolina Chimenti, también se pronunció sobre la decisión de Estados Unidos y subrayó que los exportadores de productos semiacabados serían los "más afectados" por la restauración de los aranceles, ya que son el producto más exportado al mercado estadounidense.
Sin embargo, Chimenti evaluó que la restauración de las tarifas de importación sobre el acero de Brasil "tendría implicaciones distintas" para los productores del país sudamericano, ya que no todos se verían perjudicados.
Según dijo, la Compañía Siderúrgica Nacional (CSN) y la empresa Usiminas no están muy expuestos al mercado de Estados Unidos, por lo que la calidad crediticia de ambas "no sería afectada por la restauración de las tarifas".
Incluso Gerdau, líder en la producción de aceros largos en Latinoamérica y Norteamérica y una de las mayores proveedoras de aceros largos especiales, podría "beneficiarse" de un mayor proteccionismo en el mercado estadounidense, puesto que la operación de la compañía en territorio estadounidense podría volverse "más rentable, a depender de cuáles productos serán tasados".
Una hora antes del cierre de los mercados, las acciones ordinarias Compañía Siderúrgica Nacional ganaban un 4,30 %, mientras que los títulos preferenciales de Gerdau y Usiminas subían un 1,53 %.
Brasil es el mayor fabricante latinoamericano de acero y el noveno del mundo.