Sao Paulo, 4 dic (EFECOM).- El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, respondió este miércoles a su homólogo estadounidense, Donald Trump, tras amenazar con tasar el acero y el aluminio brasileño y dijo que su Gobierno no está "aumentando el precio del dólar artificialmente".

"Nosotros no queremos aquí aumentar artificialmente, no estamos aumentando artificialmente el precio del dólar", afirmó Bolsonaro a la salida del Palacio de la Alvorada, residencia oficial del presidente, en Brasilia.

La declaración del mandatario brasileño se produce después de que Trump anunciara su decisión de restablecer los aranceles sobre el acero y el aluminio de Brasil y Argentina tras argumentar que ambos países aplicaron "una devaluación masiva de sus monedas", lo que perjudica a los agricultores estadounidenses.

El líder ultraderechista, un confeso admirador de Trump, con quien dice tener muy buena relación y un contacto "bastante cordial", reiteró su confianza en el presidente estadounidense y recalcó que todavía no hay una decisión firme por parte de Estados Unidos.

"No hay decepción, porque no se ha dado la última palabra (...) No porque un amigo me hable mal en una situación cualquiera le voy a dar la espalda", agregó Bolsonaro.

Según Bolsonaro, una de las razones de la fuerte depreciación del real brasileño -que ha caído alrededor del 8,5 % en lo que va de año-, ha sido la guerra comercial entre Estados Unidos y China.

En la misma línea se pronunció el ministro de Economía, Paulo Guedes, quien consideró que Trump cometió un "equívoco brutal" al acusar a Brasil de devaluar artificialmente su divisa, además de asegurar que "no hay ninguna manipulación" monetaria en marcha.

"No hay ninguna manipulación. Se trata de un discurso político (de Trump), tiene que ver con la elección", señaló el titular de Economía al portal 'O Antagonista', en una entrevista divulgada este miércoles.

EEUU impuso en marzo de 2018 aranceles del 25 % sobre las importaciones de acero de varios países y del 10 % sobre las de aluminio en su guerra comercial con China, pero flexibilizó poco después las restricciones a Brasil, que aceptó un acuerdo que establece un arancel del 10 % sobre las ventas de aluminio y cuotas para sus ventas de acero.