Madrid, 5 dic (EFECOM).- La consolidación del sector bancario y la longevidad de la población son los principales riesgos para las aseguradoras españolas, según un informe de Moody's, que añade que estas compañías están bien capitalizadas y tienen un ratio de solvencia alto.
La industria del seguro se enfrentará en los próximos 18 meses a la consolidación del sector bancario, una nueva oleada de fusiones que podría afectar a los acuerdos de distribución que las aseguradoras tienen con los bancos.
La agencia de calificación pone como ejemplo el caso de Bankia que, tras adquirir el Banco Mare Nostrum (BMN) en 2018, finalizó su acuerdo de distribución de seguros de no vida con Caser.
Y es que el sector asegurador confía en gran medida en los bancos para distribuir sus productos, ya que solo en 2018 el 38 % de las primas acumuladas se recaudó a través de entidades bancarias.
Las circunstancias demográficas también tendrán un impacto negativo en las aseguradoras de vida debido a que los españoles de 65 años aún tenían una esperanza de vida de 21,8 años en 2018, frente a los 13,5 que tenían en la década de 1950 y que suponen un 20 % de la población total.
En consecuencia, las aseguradoras deberán pagar más reclamaciones en sus productos de jubilación de lo que se esperaba inicialmente.
La Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP) planea presentar una nueva tabla de mortalidad que las aseguradoras tendrán que usar para calcular sus reservas para los productos de jubilación, lo que puede tener un impacto negativo en la solvencia de las compañías si el regulador no les da tiempo de adaptación.
El entorno de bajos tipos de interés también está presionando los ingresos de las aseguradoras españolas, ya que afectan a su rentabilidad en el corto plazo, aunque las compañías nacionales no están tan expuestas como sus homólogas europeas, que ya buscan otros productos menos dependientes de los tipos.