Madrid, 5 dic (EFECOM).- Chile debe reducir su dependencia de las industrias de materias primas, reforzar su inversión en I+D y controlar el exceso de burocracia para equilibrar su posición entre “el gasto social y la eficacia empresarial”, con el objetivo de evitar una crisis económica, según coincide un grupo de analistas.
El pronunciamiento se produce coincidiendo con la decisión del ministro de Hacienda, Ignacio Briones, de corregir a la baja las proyecciones de crecimiento hasta un 1,4 % para 2019 y entre un 1 % y un 1,5 % para 2020.
En un informe, el Instituto de Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada considera que el paquete de medidas que debería aplicar el Gobierno es “ambicioso, pero no imposible”, sobre todo, en las relacionadas con la educación, las pensiones y el sistema financiero.
Para ello, el director de Análisis de este instituto y uno de los autores del estudio, Carlos Díaz-Güell, considera que se necesitan “inversiones extranjeras, capital o tecnología capacitada” para hacer frente no solo a dichas acciones, sino a la renovación de las infraestructuras del país.
El documento matiza que Chile es una de las economías “tradicionalmente fuertes” de Latinoamérica, pero depende “de forma excesiva de las exportaciones del sector minero, especialmente del cobre”.
Según The Observatory of Economic Complexity, Chile es la 42º potencia mundial en niveles de exportación, siendo los productos derivados del cobre los que más aportan al PIB del país.
Además, el vicepresidente ejecutivo del Instituto de Coordenadas, Jesús Sánchez-Lambás, ha manifestado que un ambiente social hostil como el que vive el país no es positivo para el desarrollo económico.