Bruselas, 5 dic (EFECOM).- Las medidas previstas en la Política Agrícola Común (PAC) para estabilizar los ingresos de los productores frente a una caída de precios o pérdidas de producción solo consiguen parcialmente esos objetivos y su aceptación es baja y desigual, según un informe de los auditores europeos publicado hoy.

Además, algunas medidas excepcionales con esos objetivos no se enfocan bien y crean el riesgo de una compensación "desproporcionada", según el Tribunal de Cuentas.

La PAC incluye, por un lado, los pagos directos, que se conceden a 6,4 millones de productores en la UE y representan 41.000 millones de euros al año.

Junto con ellos, hay una serie de instrumentos para prevenir y gestionar riesgos y crisis en el sector agrícola, como los seguros y los fondos mutuos y las medidas excepcionales para estabilizar el mercado en caso de perturbaciones graves, como cuando Rusia decidió en 2014 prohibir ciertas importaciones agrícolas de la UE.

Los auditores examinaron si todas esas herramientas habían sido aplicadas de manera eficiente y si estaban dando resultado.

Por un lado, los auditores critican el "poco impacto" de la mayor parte de los 2.600 millones de euros que la UE ha presupuestado para ayudar a los agricultores a contratar seguros contra la volatilidad de los precios y las pérdidas de producción.

Ese dinero, dice el informe, llega a menos del 10 % de los asegurados y el apoyo de la UE no se dirige siempre a quienes realmente lo necesitan.

"En la actualidad hay una prueba muy limitada del valor añadido de este apoyo para estabilizar los ingresos de los agricultores", indicó Samo Jereb, responsable del informe.

Por otra parte, los auditores alertan de que los 513 millones de euros gastados para compensar a los productores de frutas y hortalizas entre 2014 y 2018 por el veto ruso han incurrido en carencias, dada la inexistencia de parámetros objetivos sobre su uso.

Por ejemplo, el 61 % del apoyo fue a los productores de manzanas, sobre todo de Polonia, pese a que las exportaciones de esa fruta se mantuvieron más o menos o incluso crecieron.

Además, las medidas aplicadas a los melocotones o nectarinas han buscado más abordar la sobreproducción que las distorsiones en el mercado.

Por último, el informe critica el apoyo europeo a la retirada de productos ya que "en algunos casos las cantidades pagadas han excedido los precios de mercado" y muchos de los productos retirados han regresado al mercado de distinta forma.

Ante esa situación, los auditores piden a Bruselas que incentive a los agricultores a prepararse mejor ante crisis y un diseño y control más eficaz de los apoyos a los seguros.

También creen que Bruselas debe aclarar los criterios sobre las medidas excepcionales y ajustar la compensación en caso de retiradas.

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