Madrid, 11 dic (EFECOM).- La tasa de actividad de las mujeres de entre 25 y 54 años aumentó veinte puntos desde que comenzó el siglo XXI, mientras que la de los hombres, aunque fue superior, se mantuvo prácticamente sin cambios, según un estudio publicado este miércoles por la fundación de cajas de ahorros Funcas.
La relación de personas que trabajan o buscan empleo sobre el total de la población, llamada tasa de actividad, aumentó once puntos porcentuales desde 2001 (76 %) hasta 2018 (87 %), lo que permitió a España abandonar el grupo de países con menor actividad y superar la media de la UE-15 (86 %) el año pasado.
Este incremento de la tasa de actividad española estuvo sustentado totalmente en la mejora de la femenina, que pasó del 61 % en 2001 al 82 % en el tercer trimestre de 2019 (último dato), ya que la masculina, aunque sigue siendo más elevada, apenas subió un punto (del 91 % al 92 %).
Esta evolución está relacionada con un cambio en la composición de la población femenina, con un aumento año tras año de la proporción de mujeres activas con educación superior.
Así, en 2001, las mujeres de 25 a 54 años con formación universitaria representaban poco más de un cuarto (27 %) de todas las mujeres de ese grupo de edad, mientras que en 2019 se acercan a la mitad (47 %).
De hecho, las mujeres universitarias muestran las tasas de actividad más altas y, aunque aún están por detrás de las de los varones universitarios, tienden a converger.
Las mujeres con niveles educativos más bajos también han decidido entrar masivamente en el mercado laboral y, mientras que en 2001 menos de una de cada dos mujeres con educación secundaria inferior o menos (48 %) trabajaba o estaba dispuesta a trabajar, doce años después la proporción aumentó a siete de cada diez (71 %).
Contrariamente a la evolución mostrada por la población de 25 a 54 años, las tasas de actividad laboral de los jóvenes disminuyó en España entre 2001 y 2018, en línea con otros países del sur de Europa.