Madrid, 13 dic (EFECOM).- El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, considera que la desaceleración económica de la zona euro que comenzó en 2018 "está tocando fondo", aunque el crecimiento es aún muy reducido, y la entidad calcula que habrá un "rebote" a mediados de 2020.
Para ese periodo, el BCE calcula que la economía europea crecerá a tasas trimestrales superiores al 1 %, para después aproximarse al 1,5 %, "que es el crecimiento potencial de la economía europea", según ha explicado este viernes De Guindos en el Fórum Europa.
En su intervención ha recordado que el BCE presentó ayer una visión ligeramente más optimista de las perspectivas económicas con "riesgos a la baja menos pronunciados", debido a que algunos, como un "brexit" desordenado y la guerra comercial, "no se han materializado".
Los resultados de las elecciones celebradas ayer en Reino Unido, ganadas por mayoría absoluta por el conservador Boris Johnson, son a corto plazo "positivos", ya que eliminan incertidumbre y confirman que el país abandonará la Unión Europea el próximo 31 de enero, aunque se abre un nuevo periodo de negociación que "no será fácil".
"Habrá que determinar las relaciones comerciales y financieras entre la Unión Europea y Reino Unido", ha advertido De Guindos, quien además ha apremiado a crear una unión de capitales en Europa, ya que, en su opinión, el "verdadero" mercado de capitales está ahora mismo en Londres y no querrán perderlo.
De Guindos ha vuelto a insistir hoy en que la política monetaria sigue teniendo margen de actuación, aunque los efectos laterales no deseados "cada vez son más importantes", por lo que hace falta una política fiscal común y reformas estructurales.
Al respecto ha manifestado que en el caso de que en la Unión Europea se pusiera en marcha una política fiscal expansiva, no se producirían efectos no deseados. "No habría un incremento de tipos de interés ni habría una reducción de la demanda privada", ha indicado.
Respecto al sector financiero europeo ha asegurado que sigue habiendo un exceso de capacidad y ha añadido que en España podría haber alguna otra fusión, pese a la profunda reestructuración ya realizada, para "ahorrar costes", mientras que en el caso de los gigantes del sector lo lógico sería que acometieran uniones transfronterizas.
Preguntado por el futuro de Bankia, ha recordado que "lo más lógico sería acabar privatizando" esta entidad, propiedad en algo más de un 60 % del Estado a través del FROB, y ha añadido que es lo que opinan las autoridades comunitarias.
Respecto a la situación política de España y la posibilidad de que un Ejecutivo de izquierdas "no ayude" a la recuperación de la economía, se ha limitado a señalar que el BCE quiere que "todos los Gobiernos" de la zona del euro sean "estables, predecibles y apliquen las medidas económicas adecuadas".
Sobre Cataluña, y sin querer entrar en detalles y tras dejar claro que se trata de una opinión "personal" y no del BCE, el vicepresidente de la entidad ha considerado que lo mejor para todos, "para el país, para Cataluña y para la Unión Europea" es que siga formando parte de España.