Digitalización y eficiencia energética. Son dos de las líneas que señalan el camino a seguir en la estrategia medioambiental de Telefónica. La empresa de terlecomunicaciones lleva años apostando por una actividad responsable y que sume para lograr el objetivo de hacer un planeta mejor. Y en el marco de la COP25 que se desarrolla estos días en Madrid, el consejero delegado de la firma, Ángel Vilá, reafirmó este compromiso en base a la "urgencia de reducir las emisiones de CO2".



La Cumbre del Clima, celebrada al amparo de Naciones Unidas, es el gran evento anual relacionado con el cambio climático. En ella participan delegaciones de todos los países del mundo así como los principales actores que pueden aportar análisis y soluciones para frenar el deterioro ecológico del planeta. Las grandes empresas, por su posición global, también tienen mucho que decir y sus compromisos con el medio ambiente resultan clave para evitar el incremento de temperatura global y sus impredecibles consecuencias.

De ahí que Telefónica lleve años concienciada con el problema y con el cómo puede ayudar: "Hace más de una década que Telefónica creó la Oficina de Cambio Climático y comenzó a trabajar para contar con la red más eficiente del mercado en términos de energía y de emisiones de CO2", cuenta el consejero delegado de la empresa. "Nuestro modelo de negocio sostenible pasa por transformar nuestras redes, por incrementar su capacidad de modo eficiente y ofrecer los mejores servicios con el menor impacto ambiental”, explica.

Compromisos renovados

Ángel Vilá expuso el punto de vista de Telefónica en este ámbito durante su intervención en la COP25 en la que, además, enumeró los cinco nuevos objetivos que se marca la empresa de telecomunicaciones en un futuro a medio y largo plazo. Estos hitos llegan después de haber alcanzado los retos fijados para 2020 con un par de años de antelación y, entre otras se persigue disminuir las emisiones un 50% en 2025, un 70% en 2030 y ser neutra en carbono en 2050. El resto de objetivos son los siguientes:

- Reducir en un 85% el consumo de energía por unidad de tráfico de datos en 2025

- Lograr que el 85% del consumo de electricidad sea renovable en 2025 y el 100% en 2030.

- Reducir en un 30% por euro comprado las emisiones de CO2 de su cadena de suministro en 2025.

- Evitar, gracias a sus productos y servicios, 10 toneladas de CO2 por cada tonelada que emitimos en 2025.



Estas líneas de actuación también se complementan con una apuesta clara por la digitalización como herramienta para proteger el planeta. Y en ese sentido, Ángel Vilá anima a las autoridades europeas a coordinar las agendas climáticas y digital: "Es necesario promover una regulación que favorezca una mayor digitalización de la economía que impulse la transformación que deben emprender diversos sectores. Esto ayudará en el objetivo de limitar el calentamiento global, para que no aumente por encima de 1,5ºC", explica.

Es necesario promover una regulación que favorezca una mayor digitalización de la economía que impulse la transformación que deben emprender diversos sectores

Ángel Vilá, Consejero delegado de Telefónica



Cuidar el planeta es una tarea y una responsabilidad de todos que exige compromiso y dedicación. Telefónica lleva años ya virando hacia una actividad más respetuosa con el medio ambiente y eso se traduce en que, a día de hoy, posee la red de telecomunicaciones más 'verde' del mercado. A eso ayuda la apuesta por migrar desde el cobre a la fibra óptica, una transición encaminada a mejorar tecnológicamente las posibilidades de sus clientes pero también mejorar la eficiencia en la gestión y mantenimiento de la infraestructura.

"Gracias a la transformación de nuestras redes y a la inversión en tecnologías de vanguardia, el consumo de energía por unidad de tráfico ha disminuido significativamente: ha caído a un tercio en un periodo de tres años, a pesar de que nuestras redes transportan un tráfico de datos tres veces mayor", cuenta el consejero delegado e Telefónica, Ángel Vilá.

La digitalización que nos beneficia a todos

Además, la digitalización aporta un valor añadido en el cuidado del planeta y que es una consecuencia del desarrollo tecnológico. Se trata del hecho de que otros sectores también se beneficien de estas tecnologías y puedan apostar por el teletrabajo, la gestión de flotas más eficiente, una planificación de su actividad más inteligente, etc. Pequeñas cosas que, sumadas, marcan la diferencia: se calcula que pueden ayudar a frenar el cambio climático en, al menos, un 15%.

Por otra parte, Telefónica también ha puesto énfasis en reducir las emisiones de CO2 de sus proveedores. Para ello, como marca el objetivo específico en este campo, la empresa busca reducir en un 30% por euro comprado las emisiones en la cadena de suministro con horizonte 2025.

Estos compromisos y esa apuesta por una actividad responsable permitió a Telefónica lanzar con éxito en 2019 el primer bono verde del sector por importe de 1.000 millones de euros. Eso, y el reconocimiento como empresa "preparada para hacer frente a los retos y oportunidades que se deriven del cambio climático" la ha llevado a ser una de las compañias de telecomunicaciones líderres presentes en el prestigioso e independiente CDP.