Los accidentes laborales causaron 516 muertes entre trabajadores asalariados hasta octubre, 41 menos que en 2018, según los últimos datos estadísticos del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social.
Durante la jornada de trabajo perdieron la vida 393 trabajadores asalariados, 42 menos que en el mismo periodo de 2018, mientras que "in itinere" (en el trayecto hacia o desde el trabajo) fallecieron 123 empleados, una menos que un año antes.
Si se contabilizan también los trabajadores autónomos, el balance de mortalidad en accidente de trabajo sube en seis personas en el periodo enero-octubre, hasta un total de 578 víctimas mortales.
No obstante, no son datos directamente comparables porque la cobertura específica de accidentes de trabajo para los afiliados al régimen de autónomos pasó a ser obligatoria con carácter general el 1 de enero de 2019, mientras que hasta entonces era voluntaria y solo cubría a alrededor del 20 % del colectivo.
Teniendo en cuenta este condicionante, la estadística recoge 62 muertes de trabajadores por cuenta propia entre enero y octubre, 56 en accidente de trabajo durante la jornada laboral y 6 "in itinere", en tanto que un año antes solo había contabilizados 15 fallecidos en accidentes durante la jornada de trabajo.
De los 516 asalariados fallecidos hasta octubre, 471 eran hombres y 45, mujeres.
La mayoría de las muertes se produjeron por infartos, derrames cerebrales y otras causas estrictamente naturales, con 159,35 menos que un año antes.
Disminuyeron en 23 (hasta 73) las muertes en accidentes de tráfico, mientras que aumentaron en 5 (hasta 54) las causadas por golpes o caída, en 1 (hasta 17) por choque o golpe contra objeto en movimiento y en 1 (hasta 55) las derivadas de quedar atrapado o tras aplastamiento o amputación.