Berlín, 16 dic (EFECOM).- La entrada en vigor de una ley que obligará a todos los comercios a proporcionar tickets a sus clientes tras cada transacción ha enfrentado al Gobierno alemán, en vista del coste burocrático y ecológico que representa la medida.
Hasta ahora, el cliente tenía derecho a obtener el ticket si lo deseaba, pero a partir del próximo 1 de enero el comprobante dejará de ser opcional, según una ley impulsada por el Ministerio de Finanzas para combatir el fraude fiscal.
"Luchamos contra la burocracia en muchos ámbitos y por eso debemos ser muy cuidadosos con medidas que no podemos explicar ni a la mediana empresa ni a los ciudadanos," afirmó este lunes el ministro de Economía, Peter Altmaier, en declaraciones al canal ZDF.
En un documento interno dirigido al Ministerio de Finanzas, y que ha sido reproducido por medios alemanes, Altmaier, de la Unión Democristiana, le reprocha además a su colega, el socialdemócrata Olaf Scholz, el impacto ecológico de imprimir millones de tickets.
Según los cálculos de Altmeier, la cadena de supermercados Rewe por sí sola necesitaría 140.000 kilómetros de tickets adicionales para suplir sus necesidades anuales; además, advierte el ministro, el papel térmico es particularmente dañino para el medio ambiente.
En su demanda de que la regulación contemple exenciones para los comercios que atienden diariamente a un gran número de clientes, el Ministerio de Economía cuenta con el apoyo de las asociaciones de minoristas.
"Es una cuestión de sentido común; es importante luchar contra la evasión fiscal, pero darle un ticket al cliente por comprar un panecillo o pasta de dientes no va a contribuir a este objetivo," señaló Stefan Genth, director de la Asociación Alemana de Comerciantes, en declaraciones a los medios.
En este sentido, apuntan las organizaciones del ramo, serán de mayor utilidad las cajas registradores seguras, en las que quedarán grabadas de forma inalterable todas las transacciones y que serán obligatorias a partir de septiembre de 2020.
En su descargo, el Ministerio de Finanzas argumenta que los comerciantes han contado con varios años para prepararse para la entrada en vigor de la nueva normativa, y que ésta no exige que el comprobante sea impreso en papel.
"También está la posibilidad de facilitarlo en formato digital," destacó en una rueda de prensa en Berlín un portavoz de dicho ministerio, recalcando que sin el comprobante, Hacienda no podría cotejar la veracidad de las informaciones de la caja registradora.
Varias "start-ups" (empresas emergentes) han desarrollado ya aplicaciones que permitirían a los clientes recibir el comprobante electrónico directamente en su teléfono.