Alfonso Fernández
Washington, 20 dic (EFECOM).- La economía de Estados Unidos (EEUU) mantiene su fortaleza pese a la moderación de mediados de año, y avanzó a un ritmo anual de crecimiento del 2,1 % en el tercer trimestre, según la última estimación de evolución del producto interior bruto (PIB) anunciada este viernes por el Gobierno.
Se trata del tercer y último cálculo acerca de la actividad económica entre julio y septiembre.
Los datos divulgados por el Departamento de Comercio indican que la actividad económica creció a un ritmo del 3,1 % entre enero y marzo y del 2 % en el segundo trimestre del año.
El gasto de los consumidores, que representa casi dos tercios de la actividad económica del país, creció entre julio y septiembre un 3,2 %, por encima del 2,9 % calculado anteriormente.
La primera economía mundial continúa así mostrando buena salud, pese a la ralentización registrada a mediados del año.
Especialmente con la solidez exhibida por el mercado laboral, con un índice de desempleo que se mantiene por debajo del 4 %, en niveles no vistos en 50 años.
Asimismo, la inflación ha comenzado a dar señales de recuperación, tras meses de ubicarse por debajo del 2 % anual marcado como objetivo por la Reserva Federal (Fed) de EEUU.
La economía registró en noviembre una inflación interanual del 2,1 %, la mayor cifra en un año, después de que el índice de precios al consumo (IPC) aumentara tres décimas en ese mes.
La inflación subyacente, que excluye los precios de la energía y alimentos debido a su mayor volatilidad, ascendió un 0,2 % el mes pasado, y comparado con noviembre de 2018 se mantuvo en el 2,3 %.
Tras tres rebajas de tipos de interés consecutivas, hasta el actual rango del 1,75 % y el 1,5 %, la Fed decidió dejar sin cambios el precio del dinero en diciembre.
Sobre estas rebajas, el presidente del banco central estadounidense, Jerome Powell, afirmó, tras el encuentro, que habían ayudado "a mantener el curso" de la actividad económica.
En su reunión de este mes, la Fed apuntó a que las incertidumbres se han suavizado, y señaló que esperaba mantener la política monetaria sin modificaciones durante 2020.
Además, las tensiones comerciales con China parecen haber retrocedido tras un acuerdo de primera fase con Pekín, que da marcha atrás a parte de los aranceles recíprocos, y la aprobación este jueves en la Cámara de Representantes del nuevo Tratado comercial con México y Canadá (T-MEC) que han aportado cierta calma a los mercados tras semanas de volatilidad.
Pese a la relajación monetaria por parte de la Fed, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reiterado sus críticas al banco central, al que acusa de actuar con demasiada lentitud a la hora de rebajar el precio del dinero.
El mandatario ha asegurado que debería situar los tipos de interés en torno al cero por ciento para estimular el crecimiento económico.
La próxima reunión del banco central, la primera de 2020, tendrá lugar el 28 y 29 de enero.
Y aunque registra un rumbo positivo, el apunte económico está lejos de la promesa que Trump hizo al llegar a la Casa Blanca en 2017 de llevar al país a un crecimiento sostenido por encima del 3 % anual, algo que por ahora ha incumplido.