Madrid, 26 dic (EFECOM).- Acciona participará en la construcción de una planta de transformación de residuos en energía en East Rockingham (Australia) por 511 millones de dólares australianos (320 millones de euros), lo que la sitúa como la segunda planta a gran escala del país, ha informado este jueves la empresa española.

Cuando se complete, la planta procesará unas 300.000 toneladas de desechos al año, lo que evitará emisiones equivalentes a la contaminación generada por 64.000 automóviles (300.000 toneladas de CO2), ha destacado Acciona, que es la primera vez que hace inversión de capital en un proyecto de valorización energética.

La instalación tendrá una capacidad neta de producción de electricidad renovable de unos 29 megavatios (MW9), equivalente al consumo de más de 36.000 hogares, y estará ubicada en el área industrial de Rockingham, a 40 kilómetros al sur de Perth y a siete kilómetros de la planta pionera de Kwinana.

Según la misma fuente, Acciona es el contratista principal del proyecto de Ingeniería, Compras y Construcción (EPC) junto con Hitachi Zosen Inova (HZI) y, además, cuenta con una participación de capital en la compañía para el proyecto con HZI y John Laing.

El proyecto cuenta con el respaldo financiero de CEFC, organismo estatal australiano destinado a apoyar la transición energética del país, que ha comprometido en el mismo hasta 50 millones de dólares australianos (35 millones de euros).

Además, la Agencia Australiana de Energía Renovable (Arena) proporcionará 18 millones de dólares australianos (11 millones de euros) en fondos de subvenciones recuperables para el proyecto.

La planta tratará residuos municipales de fuentes comerciales e industriales y recuperará alrededor de 73.800 toneladas al año de cenizas, que serán procesadas para su uso en asfaltos y otros materiales de construcción.

Este mismo año, Acciona obtuvo el contrato para construir y operar una planta de recuperación de residuos en Aberdeen (Escocia), denominada NESS Energy Project, con una capacidad de tratamiento de 150.000 toneladas anuales y un presupuesto de unos 400 millones de euros.

En 2018, obtuvo el EPC para la primera planta de estas características en Australia, la de Kwinana, valorada en 700 millones de dólares australianos (430 millones de euros), capacidad para procesar hasta 400.000 toneladas anuales de residuos y con una capacidad de producción de electricidad de 36MW, equivalente al consumo de unos 50.000 hogares.