Lograr un acuerdo sobre el presupuesto comunitario tras el agujero que dejará la salida del Reino Unido es el principal desafío que afrontará Croacia en su primera Presidencia rotativa de la Unión Europea, que asume el 1 de enero.
Para el primer ministro del país adriático, el conservador Andrej Plenkovic, "se trata de la tarea más importante en la actualidad, de la que depende la continuación de todos los proyectos que se financian de los fondos europeos y el proyecto europeo en conjunto".
Al asumir por primera vez la Presidencia semestral de la Unión Europea (UE), Croacia, último país en entrar en la UE, en 2013, deberá mediar entre posturas aún muy distantes, que han impedido hasta ahora avanzar en el tema del presupuesto plurianual comunitario para el periodo 2021-2027.
ROMPECABEZAS TRAS EL BREXIT
La manzana de la discordia radica en cómo encajar el agujero de hasta 12.000 millones de euros al año que acarreará el "brexit", es decir, la salida del Reino Unido, uno de los contribuyentes netos a las arcas comunitarias.
La propuesta inicial de la Comisión Europea, presentada en 2018, situaba los compromisos de gasto en 1,134 billones de euros, o un 1,11 % de la renta nacional bruta conjunta, lo que ya representaba una disminución con respecto al 1,16 % del periodo 2014-2020 para los Veintisiete (sin contar a Reino Unido).
Pero contribuyentes netos como Alemania, Dinamarca, Suecia, Holanda y Austria se niegan a pagar más de un 1 %, lo que repercutiría en recortes en los fondos de cohesión y agrícolas, para disgusto de España o Francia, entre otros socios.
Como compromiso, la Presidencia finlandesa durante el segundo semestre de 2019, propuso un gasto de 1,087 billones de euros, un 1,07 % de la renta nacional bruta conjunta de los Veintisiete, lo que supone un recorte de 48.000 millones respecto al plan inicial de Bruselas, en detrimento, sobre todo, de los fondos de cohesión.
La Comisión alega que una mayor reducción dificultaría el cumplimiento de sus prioridades y la financiación de los necesarios apoyos a agricultores, estudiantes e investigadores.
Mientras que países como Austria alegan que una UE más pequeña (sin el Reino Unido) debería generar menos gastos, y abogan por medidas de ahorro y una mayor eficiencia en los gastos, el Parlamento Europeo aspira incluso a un incremento de hasta el 1,3 % a largo plazo, para que la UE pueda ser eficaz.
FONDOS CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO
La nueva Comisión, presidida por la alemana Ursula von der Leyen, ha presentado un ambicioso plan que requiere de financiación para alcanzar nuevos objetivos.
Entre ellos destaca el de lograr la neutralidad climática en Europa para 2050, para lo cual Bruselas propone destinar un mínimo del 25 % de los fondos a medidas contra el calentamiento del planeta.
También generarán gastos los planes para mejorar la gestión migratoria y avanzar en la digitalización, mientras que la mayoría de los socios no quiere ver reducidos los fondos de cohesión y las ayudas a la agricultura, que juntos han supuesto hasta ahora cerca del 70 % del presupuesto.
Éste debe seguir la Agenda Estratégica de la UE para el período 2019-2024 adoptada en el Consejo Europeo en junio pasado, recordó recientemente Plenkovic.
DIFÍCIL CONSENSO
"Existe una diferencia bastante grande entre los objetivos planteados por el Parlamento Europeo y lo que propone el Consejo Europeo o los países miembros (...), de forma que la tarea de Croacia, junto con el presidente del Consejo Europeo, será reconciliar esos intereses", añadió el primer ministro.
La Presidencia croata tratará de lograr consenso para un presupuesto que cubra "tanto las políticas tradicionales, de cohesión y agrícola, como las necesidades de los nuevos retos", aseguró, sin precisar cuál podría ser la fórmula del eventual pacto.
Sea como sea, para Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, el acuerdo sobre el marco presupuestario será el "más difícil" en la historia del club.
Sobre la mesa de negociaciones los socios deberán también estudiar si diversas prestaciones financieras se condicionarán en el futuro al respeto del Estado de derecho en cada país.
Plenkovic ha resaltado que la UE, segunda economía mundial que representa una quinta parte del PIB mundial, debe elevar su competitividad frente a China y Estados Unidos mediante la mejora de sus conexiones internas.