Berlín, 8 ene (EFECOM).- La economía alemana registrará una ligera estabilización en 2020, pero su dinámica seguirá siendo contenida, con una industria todavía debilitada y con la transformación demográfica como principal problema a largo plazo, según los pronósticos de uno de los principales institutos económicos del país.
En un encuentro este miércoles con la prensa extranjera, el presidente del Ifo - Instituto Leibniz para la Investigación Económica en la Universidad de Múnich, Clemens Fuest, auguró para 2020 una situación similar a la de 2019, sin peligro de caer en una recesión.
Recordó que Alemania registró el año pasado una importante ralentización debido al desarrollo poco favorable de la industria, sobre todo del automóvil, con un crecimiento de la economía de sólo un 0,5 %.
Este año, señaló, la economía crecerá un 1,1 %, lo que se traduce en una "ligera estabilización", pero la dinámica seguirá siendo contenida y la imagen de una "coyuntura dividida" se mantendrá
"Esperamos una contracción de la industria, pero por otro lado un sector servicios en expansión, tenemos salarios crecientes, un aumento continuo de la ocupación y, en consecuencia, una fuerte demanda interna", a lo que se suma una política fiscal expansiva, precisó.
Todo ello contribuye a que las perspectivas para 2020 no sean tan malas, dijo.
Fuest se mostró convencido de que el potencial de la industria alemana seguirá desempeñando un papel importante en el futuro y subrayó que el éxito depende en gran medida de la " capacidad de innovación" y se refirió en ese sentido a la "industria 4.0".
Aunque el sector del automóvil constituye el núcleo de la industria alemana, no hay que sobrevalorarlo, señaló.
EL ENVEJECIMIENTO DE LA POBLACIÓN ES EL GRAN DESAFÍO
El gran desafío del futuro, más que la capacidad de transformación del sector de la industria, será la demografía, que afecta además no sólo a Alemania, sino a toda Europa, con una población empleada que envejece y cuyo número se contrae.
"Un país en esa situación necesita más inmigración", advirtió, y se mostró a favor de flexibilizar las políticas en esta materia.
Fuest se refirió asimismo al objetivo de mantener el déficit cero y recordó que se trata de "una disposición política para tiempos en los que el desarrollo de la economía es bueno".
"Si llegara una desaceleración, no tendría sentido ni habría argumentos para mantener el déficit cero", dijo.
Al mismo tiempo reconoció que es "muy sensato" que Alemania reduzca su deuda, sobre todo de cara a la situación demográfica.